La autopsia de Superman (iniciado en 1993)
Y, por ahora, inconcluso. De todo lo que he escrito es lo que más me divierte. Su origen fue una carta de mi sobrino Gonzalo Eyherabide, de enero de 1993, en la que me informaba de la muerte de Superman, acontecimiento extraordinario del cual yo no había tenido la menor noticia. Por esa época Gonzalo tenía una historieta cómica en Guambia, que firmaba Eyhe, y a mí se me ocurrió la idea de escribir una historia disparatada sobre la autopsia de Superman, que él podría ilustrar con dibujos igualmente disparatados. Cachondeo puro.
Demás está decir que ni yo terminé la historia (hasta hoy, 2022) ni él hizo nunca ninguna de las ilustraciones disparatadas que yo me había imaginado. Aunque la primera “carta” a Gonzi es de 2 de febrero de 1993, dado que la escritura de mis cuentos a veces lleva años, décadas incluso, y al principio el tío no tiene computadora, no tarda en informatizarse y hasta se suscribe a Compuserve. Las actividades del tío en el foro jurídico se basan en las mías, en 1994, cuando seguí el juicio de O. J. Simpson con la misma pasión con que el tío sigue el caso Superman. Lo de Isys también es cierto. En el foro me conocían por “Edu” y yo era el único que tenía acceso a un programa de búsqueda que me permitía encontrar en pocos minutos cualquier pasaje de cualquier testimonio y determinar qué era lo que había dicho exactamente cualquier testigo. Esa, aparte mi convicción absoluta de la inocencia de Simpson, fue la principal razón por la cual Bob Blasier, uno de sus abogados defensores, me invitó a colaborar con la defensa en el juicio civil.
Lo que cuento de Primavera Valdez y de Carol Simpson (ningún parentesco con OJ) también es verdad y tiene su origen en el mismo foro.
La autopsia de Superman
2 de febrero de 1993
Querido Gonzi:
Hace unos días recibí y leí con enorme interés y más gusto todavía tu artículo con motivo de la muerte de Superman. Verdaderamente: súper.
Lo que me llamó mucho la atención fue que no dijeras una palabra sobre el juicio del profesor alemán a los herederos presuntos de Superman. Aquí la prensa no habla de otra cosa. ¿Es posible que no te hayas enterado? ¿O que haya un embargo de noticias en Sudamérica? Por las dudas, te cuento lo que sé.
Parece que el tal Herr Professor Kurt Von Fussmacher ha tenido toda su vida una obsesión con Superman. En realidad, la obsesión es anterior a su nacimiento. Fijate que Kurt no es su verdadero nombre. Parece que nació en 1939, justo cuando empezaban a conocerse las aventuras y hazañas de Superman. La impresión en el padre, Herr Fussmacher Sr., fue tan grande que le puso Krypton al chico y así Fussmacher Jr. quedó, al parecer, criptonizado para siempre.
El caso es que nuestro Herr Professor se ha pasado toda la vida amasando documentación sobre Superman y hoy día no hay en el mundo experto mayor en la materia.
El juicio es para que, en aras de la ciencia, lo autoricen a hacer la autopsia de Superman (sabrás que después que lo encontraron lo pusieron en una criocripta, como a tantos californianos, con la esperanza de que algún día la ciencia pueda volverlo a la vida). También ha entablado juicio contra medio mundo para que le den acceso al historial médico de Clark Kent. Parece que piensa escribir un tratado en varios volúmenes: From Crypton to the Crypt: the Complete Book of Superman.
Resultados preliminares de la Superautopsia
¡A la grandísima flauta! ¡Madre de todas las flautas! ¿Qué me contás? Mi mujer me acaba de dar la noticia: el alemán ganó el juicio y ya ha empezado la autopsia… ¡Pará, pará, pará! ¡Qué increíble! Acaban de decir en un boletín especial que Fussmacher afirma categóricamente que Superman… ¡era ciego! ¿Te imaginás? ¡Ciego! Perdoname viejo. Corro a la tele. Te la sigo después.
6 de febrero
Desde que interrumpí la carta el otro día y hablamos por teléfono, han pasado un montón de cosas interesantes (tantas que no sé muy bien por dónde empezar) y he visto al Profe en un par de programas de tele. Cumpliendo con lo que me pediste en la conversación, te resumo las principales noticias y te mando los recortes más informativos.
Rumores de peso
Ante todo, los misterios y rumores se multiplican. Lo de la ceguera lo han explicado bastante bien. Pero, ¿no te parece muy significativo que todavía no hayan dado el peso de Superman? Una punta de datos y medidas que nadie sabe lo que significan (145 medidas distintas para el cráneo solamente – unas 30 para el cráneo humano) o datos que todo el mundo conoce: nacionalidad, sexo, edad, color de la piel, color del pelo, color de los ojos, etc., etc. O tomá el caso de la estatura. No solo te la dan al milímetro (193,5 cm), sino que se creen obligados a aclararte que no es necesariamente la misma que cuando estaba vivo; ahora no me acuerdo muy bien si cuando crepás te encogés o te estirás. Todo ese detalle, toda esa precisión para la estatura y sobre el peso ¿ni pío? Te acordarás de que cuando encontraron el cadáver corrió el rumor de que habían necesitado un camión grúa para llevárselo. Y la explicación que circuló entonces fue que seguramente lo habrían matado, no como dijeron, sino con un grano o partícula de una estrella neutrónica, que al quedar alojada en el cuerpo de Superman lo había vuelto enormemente pesado, cosa de media tonelada o más. Sea como sea, hasta ahora ni mu, así que ni lo dudes: aquí hay gato encerrado, supergato. Y ahora a la ceguera.
Los ojos de Superman
En el primer reportaje que le hicieron por tele, Fussmacher mostró fotografías y esquemas y la cosa parece irrefutable: no hay retina, no hay nervio óptico, nada. Superman era más ciego que un topo. ¿Por qué? ¿Y quién le puso esos ojos puramente cosméticos? ¿Y para qué? Y si era realmente ciego ¿cómo se las arreglaba para “ver”?
La teoría del alemán, que yo encuentro bastante convincente, es más o menos así:
Por razones que va a explicar en otro reportaje (y que yo, naturalmente, te pasaré a vos si el asunto te sigue interesando), Fussmacher cree que Kriptón debe ser un planeta de una masa 50 a 100 veces mayor que la de la Tierra (masas de algunos planetas conocidos, para que tengas una idea: Tierra = 1; Júpiter = 318, Saturno = 95, Urano = 14,5, Neptuno = 17). El problema (uno de los muchos problemas) es que la atmósfera de un planeta así, compuesta principalmente de hidrógeno, es masiva: cientos de veces mayor que la de la Tierra y con una presión en la superficie, sea de roca o hidrógeno sólido, equivalente a la presión de las grandes profundidades oceánicas en la Tierra (te extrañó lo del H sólido ¿eh?, ¡eso es presión!). Agregale que si Superman pesaba, digamos, 80 kg en la Tierra, en Kriptón habría pesado (agarrate bien) entre cuatro y ocho toneladas. Pero me estoy yendo por las ramas. Estábamos en el asunto de la vista de Superman. En un planeta con una atmósfera masiva, a menos que vivas en las capas superiores, es decir, a menos que seas un pájaro (algo improbable si pesás cuatro toneladas), vas a vivir en una oscuridad casi completa. ¿Qué pasa en la Tierra con los animales que viven en la oscuridad? O se les atrofia la vista y desarrollan, en cambio, sistemas de sonar (localización acústica), o los ojos se les vuelven enormes, ayudados a veces con la generación de luz propia.
¿Y no es posible que los superojos de Superman vean como telescopios a pesar de ser chiquititos? Parece que no. Sin suficiente apertura (superficie colectora de luz) y sin suficiente longitud focal, no hay Superojos que valgan. Según el alemán, ni Kriptón ni Superman se escapan de las leyes de la física (a menos que postulemos que Kriptón está en otro universo y Superman se coló por una de las “gusaneras” de Hawking — más sobre eso en otra; con todo, en este universo valen las leyes que nosotros conocemos).
Posibles Superojos
Tendrías que haber visto los dibujos del alemán en que se mostraban los distintos “modelos de ojos” que quizá hubieran podido servirle a Superman. Había uno genial: Superman, con capa y todo, y en la cabeza estas dos bolas, como pelotas de fútbol, al final de largos tentáculos. ¡Otra que E.T.! Pero ahí no paraba el asunto. Como dijo el alemán, un órgano así, totalmente expuesto, de poco hubiera servido: nadie en Kriptón hubiera llegado a adulto con vista. ¿Solución posible? Otro dibujo genial: otra vez Superman con capa, cuerpo atlético, etc. pero ahora con un cráneo enorme para alojar y proteger a los ojos, tentáculos y todo. ¿Te imaginás? Peso calculado de la cabezota: una tonelada. Como dijo el alemán, “Not verry prraktical”.
¿Y si hubiera tenido un poderoso órgano emisor de luz o rayos X o alguna otra radiación? Primero, que no se ha encontrado nada en la autopsia que se parezca ni remotamente a un órgano emisor de radiación electromagnética. Segundo, la visión de rayos X de Superman es pura mitología. Como bien dijo el alemán, semejante visión no le hubiera servido para nada en Kriptón y no para mucho más en la Tierra: puesto que no hay radiación X ambiente, tendría que haber generado sus propios rayos X (con un costo energético enorme) y ¿para qué? ¿para ver unos cuantos esqueletos? Por no mencionar el hecho de que hubiera sido un peligro público y la Lois Lane y todos sus colegas del Daily Planet ahora se estarían muriendo de cáncer como moscas. (Nueva ilustración: Superman y detrás una especie de Hiroshima: el tendal de muertos irradiados).
Superman: ¿el peor enemigo del perro?
Se me ha hecho recontratarde, pero antes de despedirme una preguntita: ¿vos te acordás de haber visto alguna vez algún perro cerca de Superman? No te rías; ya vas a ver que la respuesta es muy pertinente. Así que pensá, pensá bien.
Y así, pensando, te dejo hasta la próxima. Cariños para tu vieja y Sonsoles, y para vos un gran abrazo de tu tío Edu.
8 de febrero
Dentro del Supercuello
Habíamos quedado en el problema de la (falta de) vista de Superman.
Lo que propone Fussmacher es mucho más simple: Superman tenía un excelente (superrrb!) sistema de sonar (sonarrr), al parecer mucho más sensible y avanzado que el de cualquier animal terráqueo (delfines, murciélagos, etc.). No solo encontraron en la autopsia un órgano fónico diez veces más complejo y desarrollado que la laringe humana (hubieras visto el dibujo de la Superlaringe; más que laringe ¡parecía un plano de Tokio!), sino que la zona del cerebro conectada por un imponente tronco nervioso a sus oídos, también mucho más complejos que los nuestros (otro laberinto), era masiva y complicadísima. El cerebro de Superman parece ser 99% corteza y apenas 1% cerebro “primitivo,” de modo que, aunque la capacidad encefálica es de “solo” unos 2.200 cc, su capacidad “cortical” es astronómica. Etc., etc. Eso es lo que dijo. Lo que mostró era tal cual un cráneo relleno de chinchulines; eso sí, bien apretaditos, pero chinchulines al fin. ¡Te lo juro!
Después habló de la organización neural: profundamente distinta de la humana, con redes quizá varios órdenes de magnitud más eficientes que las nuestras; pero eso nunca lo sabremos. Aquí se le quebró la voz y mientras se enjugaba una lágrima, dijo con una voz que le salía del alma y mirada de Drácula: if only I had been able to perrforrm the prrocedurre on the LIVING BRRRAIN! Ahí tenés una buena ilustración para la prensa uruguaya: el sabio alemán revoleando los ojos en un éxtasis orgásmico mientras le hace una trepanación a Superman vivo (no te vayas a olvidar de dibujarlo amordazado —no bestiún; al profesor no, a Superman. ¿Por qué? Fijáte más abajo). De nada.
Otro detalle desconcertante que tiene intrigado a todo el mundo: el bulbo olfatorio de Superman ocupa casi la tercera parte del lóbulo frontal, o sea, que es unas 10 veces mayor que el humano. ¿Qué podía tener tanto interés en husmear? ¿Drogas? ¿Venenos? ¿Kriptonita? Salvo que la kriptonita es inodora. ¿Entonces? ¿¿¿…???
Clark Kent, rey de los boquiabiertos
Volviendo al sistema del “sonarrr”. ¿Cómo funciona entonces? Como en cualquier delfín. Superman constantemente emite impulsos de alta frecuencia, seguramente por la boca, y el cerebro procesa los ecos recibidos formándose una imagen exacta del mundo que lo rodea. Corolario: si alguna vez viste a Superman ir a alguna parte con la boca cerrada, te engañaron; el pobre se hubiera hecho torta contra la primera pared. En realidad, si pensás un poco, es la única forma de explicar todos esos diálogos inanes con Lois Lane. El pobre tipo no tiene más remedio que decir cualquier cosa con tal de tener un pretexto para abrir la boca y emitir sus impulsos. Y también explica la torpeza proverbial de Clark Kent, siempre tropezando, chocando, tirando cosas al suelo: el pobre no puede pasarse la vida con la boca abierta (más ilustraciones). Y explica el mito de la visión de rayos X. Los impulsos ultrasónicos penetran materiales opacos a la luz. Es cierto: nos mintieron. No pudo haberle dicho a Lois Lane que su bombachita era de color rosa. Lo que sí pudo decirle (y seguramente le dijo) era que tenía puesta una bikini (o no), de tal o cual tela, que le habían hecho una apendectomía (o cesárea, o lo que fuera, o no), que tenía exactamente 4537 pende… (no, no; no creo que le hubiera dicho eso). Bueno, ya te hacés cargo.
Otro (supuesto) mito que queda explicado es la capacidad de Superman de destruir objetos o matar con la mirada. La capacidad la tiene, por cierto. Pero los impulsos que matan son de su aparato fónico (parece que los delfines son capaces de atontar a sus víctimas e incluso de matarlas, según algunos, con impulsos sónicos de alta energía). Así que ya sabés: si querés prraktikarrrle una vivisección, no te olvides de la mordaza, o te pulveriza en el acto.
Y, hablando de mitos ¿te acordás del episodio de la juventud de Superman, en Smallville, cuando Lana Lang, su primer amor, se le insinúa y la reacción del chico inexperto es tan intensa que provoca el incendio del gimnasio de la escuela? ¿No te acordás? Una especie de combustión espontánea generada por la pasión (por no decir algo más chabacano; ya sabés, rima con premura), como los dos incidentes bien documentados en Como agua para chocolate. La viste ¿no? ¿Y a qué atribuyeron el incendio? No a una “Superpasión”, como en la peli, sino ¡a una supuesta “visión calorífica”! Como diría el alemán: Utterrr nonsense!
Pero si el alemán tiene razón, ¿por qué nunca nadie oyó los tales impulsos y sí oímos, en cambio, los clics de los delfines o de los murciélagos? Simplemente porque los de Superman son de una frecuencia demasiado alta para ser percibidos por el oído humano. Elementary my dear Watson!
La dispersión de los canes
¿Y ahora entendés lo de los perros? Los pobres tienen la desgracia de que ellos sí oyen los clics y eso los vuelve locos. Como prueba, el alemán mostró un cuadro sacado de vaya a saber qué reliquia de historieta o serial en blanco y negro donde se ve a Clark Kent con la boca abierta (no se sabe si bostezando o pasmado o riéndose de alguna “agudeza” de Lois) y un montón de perros disparando despavoridos en todas direcciones.
Es posible que las teorías del alemán sean pura fantasía, pero te aseguro que la “grrraphical evidence” que ha desenterrado es increíble. Desgraciadamente no puedo mandarte copia de todo el material así que no tendrás más remedio que recurrir a tu imaginación. Esperá, esperá. Están diciendo algo por radio de los sistemas de sonar. Te la sigo pronto.
12 de febrero
Las orejas de Superman
Veo por tu carta que vas a tener que usar la imaginación aún más de lo que yo pensaba.
¿Cómo es posible que no hayas visto la foto de Clark Kent que tenían en los archivos de la CIA? Aquí todos los diarios la publicaron en primera plana. Es simplemente sensacional. Una de dos: o hubo un fotógrafo con una suerte increíble o la CIA o alguien tenía a Clark Kent/Superman bajo observación constante. Te explico.
La foto en sí es recómica: imaginate a Clark Kent, en una de sus expresiones de sagacidad características, pero con la boca bien abierta y dos orejas inmensas, más o menos como las de Dumbo. Te juro, no exagero. Bueno, quizá un poquito más chicas ¿y sabés idénticas a qué, por la forma? ¡A colas de pavo real!
Lo primero que pensó todo el mundo, lógicamente, fue que era una foto trucada. Salvo que un periodista tuvo la astucia de preguntar a la CIA y la CIA contestó “No comment”, o sea que admitió que era auténtica. Enter Herr Fussmacher.
De obturadores y pavos reales
Según él, el aparato auditivo humano hubiera sido totalmente insuficiente para Superman. Por lo tanto, el mismo agente o agentes, presumiblemente Superman Sr., que le dio los falsos ojos, lo dotó —por medio, sin duda, de la ingeniería genética— de orejas desplegables. La existencia de un órgano desplegable no tiene en sí nada de extraordinario y se podrían citar varios ejemplos terrestres, además de la cola del pavo real. Lo extraordinario, y eso es lo que hace pensar en intervención kriptónica, es la velocidad del proceso completo de despliegue y retracción: de 1/10 a 1/100 de segundo, con una frecuencia preferida de 1/24 de segundo. (No me preguntes cómo hacen para sacar esas conclusiones… ¡a partir de unos cuantos manojos de fibras musculares muertas!).
¿Y? 1/24 de segundo. ¿No te dice nada ese valor? ¡No me falles, sobrino! ¡Pensá, pensá bien! Yo sabía que no me ibas a fallar. Exacto: el tiempo estándar de obturación de los objetivos de filmadoras y proyectores de cine. Demasiado rápido para que lo perciba el ojo humano y eso es precisamente lo que hace posible el cine (Cinematografía 101). Y explica también por qué nadie le vio nunca las orejotas pantalludas ni salieron nunca en ningún noticiero cinematográfico ni en ninguna de sus películas: es evidente que Superman, no bien detectaba una filmadora, sincronizaba sus despliegues con el obturador. Y si detectaba más de una filmadora, pues nada, se quedaba con sus colas reales bien guardaditas. (Ahora no tengo tiempo; pero haceme acordar de que en otro momento te cuente algo que no querrás creer de la terminología anatómica de los diversos juegos de músculos que controlan la oreja humana y la superhumana ; por ahora podés entretenerte haciendo algún bosquejo de la oreja retraída y la oreja desplegada).
Te la sigo pronto.
18 de febrero
Equipo de disección
Perdoname si en cartas anteriores te di la impresión de que el Herr Professor era un tipo medio chiflado, que trabajaba solo y por puro amor a Superman. En realidad, no creo que él mismo participe para nada en los trabajos de disección (si fueran de vivisección, otro gallo cantaría). Es más bien el que lleva la batuta y, sobre todo, el que se ocupa de la prensa, relaciones públicas, you name it. La disección propiamente dicha y los análisis correspondientes los lleva a cabo un ejército de científicos: físicos, químicos, anatomistas, fisiólogos, citólogos, biólogos moleculares, antropólogos moleculares, inmunólogos, neurólogos, genetistas, bioingenieros (no sé si también moleculares o más etéreos), ingenieristas (ingeniero-genetistas) y todo un batallón de expertos en técnicas de laboratorio: espectrometría, espectrofotometría, análisis cromatográfico, electroforesis, microscopía electrónica, microscopía fluorescente, radioscopia, exploración por tomografía transversa computadorizada (CAT scans), formación de imágenes por resonancia magnética (MRI) y yo qué sé cuántas cosas más. Y por supuesto, fotógrafos y dibujantes y todo el personal de relaciones públicas. En realidad, se trata de una operación de tal magnitud que corren toda clase de rumores sobre quién puede tener interés en financiarla. Uno de los más persistentes y verosímiles es que el Pentágono y la CIA están detrás de todo esto. Entre otras (muchas) cosas, ¿no te resulta sugestivo que horas apenas después del fallo del juez ya hubiera resultados de la autopsia?
Los herederos presuntos (HP) de Superman
Me preguntás que quiénes son los herederos presuntos de Superman. Sobrino, sobrino mío: ¿dónde has estado viviendo todo este tiempo? ¿Tan mal te tiene Sonsoles? ¿O será la Facultad? ¿O Guambia? Aquí el tema ha hecho furor. Te cuento.
Vos sabés que en este país todo se resuelve a fuerza de pleitos. Cuando se publicó la noticia de la muerte de Superman, empezaron a salir por todo el mundo supuestos descendientes de Superman. (La verdad es que yo nunca oí decir que Superman tuviera la mar de guita; hasta es posible que haya dejado alguna deuda por ahí. Pero vos sabés cómo es la gente: si sos famoso, tenés que estar nadando en oro). Y cuando digo que empezaron a salir por todo el mundo, I mean it. Supermancitos negritos, amarillitos, criollitos, caucasoiditos… De todo. Y, por supuesto, no solo nenitos. Hay decenas de litigantes de casi cuarenta años y, en realidad, la mayoría de los hijos presuntos anda entre los veinte y los cuarenta. A uno le queda la impresión de que son todos parvulitos porque esas son las fotos que prefieren los diarios (generalmente el nenito aparece levantando un tren o un camión acoplado con el dedo meñique). De los supernietos, que deben ser más numerosos y deben estar más desparramados todavía si hay algo de verdad en todo esto, cosa que dudo, no se ha hablado mucho. Y es lógico. Los que buscan plata y/o fama son los herederos directos. Con todo, suponiendo que la cruza humano/superhumano fuera viable, dados los superpoderes de Superman no sería del todo imposible que hubiera empezado su actividad de procreación a los 15 años o antes. Si te ponés a pensar, la infusión de supergenes en la especie humana hubiera sido una forma mucho más eficiente de ayudar a la humanidad que malgastar las energías persiguiendo a maleantes de mala muerte (¡Sorry, Mr. Luthor!). Y ni qué decir que, desde el punto de vista de los criptonenses, lo más importante, lo único importante, hubiera sido perpetuar en la Tierra, gracias a los esfuerzos extracurriculares de Superman, la especie condenada en Kriptón.
Desde luego la prensa se divierte de lo lindo con el tema de los hijos “supernaturales” de Superman y de la “Superfamilia”. Por ejemplo, Hustler Magazine publicó una foto retocada de la salida de la maratón de Nueva York, en el Verrazano, con la leyenda: “All my sons?”
¿En qué consistía el “retoque”?
A los costados de ese torrente de humanidad, en lugar de los laterales del Verrazano, las piernas abiertas de Superman, como si todos esos tipos le salieran, bueno, ya sabés de dónde. Lo dibujaron con los ojos cerrados y los dientes apretados… Realmente: la madre de todas las eyaculaciones. Como diría un español, se presta al cachondeo (en otra, prometo contarte las especulaciones de cómo probablemente seducía Superman a sus conquistas; una sobrina de Lois Lane, embarazada por Clark Kent, le ha prometido a Playboy la exclusiva). Hablando de Lois Lane: ocho individuos afirman ser hijos de ella y Superman. Y los que se dicen nietos, ni quieras saberlo: varios centenares.
Naturalmente, nadie toma en serio a la inmensa mayoría de los litigantes (más de 27.000); pero hay varios centenares de casos bastante convincentes. Lois Lane, por ejemplo. Está bien documentado que en distintos momentos de su vida desapareció completamente del mapa por períodos de hasta cuatro meses. Y cada una de esas veces, sin fallar una, pasó varios días internada en un hospital (agarrate) militar. ¿Y qué contesta a eso el hospital? Que no pueden dar más información porque es de carácter confidencial. ¿Y el Pentágono? “No comment”. ¿Qué me contás? ¿Ves ahora por qué te decía que los misterios cada vez se espesan más?
Perdoname, viejo. Te dejo por hoy.
3 de marzo
Perdoname, botija. Estos últimos días, aparte de la avalancha de noticias sensacionales, me la he pasado investigando la compra de una computadora. ¿Y para qué quiere tu tío jubilado una computadora, dirás vos? La verdad, la verdad, pues nada más que para conectarme con Internet. Me han dicho que hay un montón de foros en CompuServe y AOL y yo qué sé qué otros lugares misteriosos donde se pasan discutiendo el asunto Superman las 24 horas del día. Y yo, claro, no me quiero quedar atrás. Pero, viejito, ¡plizzzz! ¡No se te vaya a escapar una palabra! Menudo lío se me armó ya con Matilde cuando me pescó leyendo Hustler el otro día. No es que no me gusten las fotos de minas desnudas, claro, pero la única razón para comprarlo fue la foto del Verrazano. Te lo juro. Pero andá a explicarle eso a mi mujer.
Te pedía que no fueras a meter la pata, porque a ella le hice todo un cuento de que me iba a poner en campaña para conseguir traducciones y como ya nadie escribe a máquina… Además, y esto sí que no sé cómo se lo voy a explicar, voy a tener que comprarme otro televisor. Fijate que hay dos o tres canales de cable que no hablan de otra cosa. Como dicen acá “All Superman all the time” y, desgraciadamente, no he descubierto cómo mirar un canal y grabar otro. Y como comprenderás, yo no quiero perderme nada. Y ahora entenderás por qué estaba escuchando la radio el otro día.
10 de marzo
¡Tengo computadora!
Y conexión con Internet. Me suscribí a CompuServe y a AOL y ya me metí en un par de foros. Es increíble las teorías que circulan. Por supuesto, hay muchos macaneadores y semianalfabetos, pero también hay, sobre todo en el Foro Jurídico de CompuServe, gente seria y bien informada.
¿Te acordás de lo que te decía hace un tiempo del bulbo olfatorio gigante de Superman? No tenés idea de la polémica que se ha armado en el foro sobre si la kriptonita es o no es inodora y si el Superolfato de Superman no servirá más bien para detectar a tiempo y a distancia la lutorita, o sea, como ya sabrás, el sucedáneo de la kriptonita fabricado por Luthor en cantidades industriales para liquidar a Superman. O si el Superolfato será para detectar explosivos y qué sé yo cuántas cosas más. Hay dos o tres threads (no sé cómo los llamarán en castellano; ¿hilos?) dedicados nada más que a eso.
Muy, muy entretenido. Pero estoy un poco preocupado porque a veces me olvido de desconectarme mientras escribo mis mensajes y a fin de mes voy a tener flor de cuentón. Otro problema es que mientras estoy conectado me quedo sin teléfono. Te digo, si viviera solo, me importaría tres pitos, porque a mí ¿quién me va a llamar? Pero cuando no vivís solo che…
17 de marzo
En la anterior te contaba mis aventuras por Ciberia o la Red o como se llame. Un problema que no había previsto es que varios de los participantes son de California, de modo que, con las tres horas de diferencia con NY, en algunos de los foros hay actividad hasta bien entrada la madrugada. Si a eso le sumás el tiempo que me paso pegado a la televisión viendo programas en directo o grabados, escuchando la radio y leyendo diarios y revistas, además de la información que ponen en la Red, pues nada, que ando como un sonámbulo. Necesito días de 48 horas, sobrino.
Problemas domésticos
Por favor, pichón, no lo comentes con nadie, sobre todo no le digas nada a tu vieja, pero estoy teniendo cada vez más problemas con Matilde.
El otro día tuvimos una pelotera mayúscula porque me compré el otro televisor y le anuncié que me iba a instalar en la pieza que había sido de Danny para no molestarla, sobre todo de noche, porque yo me acuesto más tarde y me levanto más temprano que ella. No tenés idea de la reacción. Más o menos como si le hubiera anunciado que me iba a vivir con una amante de 20 años. Se puso como loca. Ya sabés cómo son las minas. Te resumo: o Superman a ella. Si sigo hecho un zombie con las idioteces de Fussmacher y la prensa, dice, se va a vivir con la hermana.
19 de marzo
Actividades de Superman antes de trabajar para el Daily Planet
He estado pensando en lo que te escribí hasta ahora y creo que en ninguna carta te hablé de los documentos que se encontraron en una caja fuerte de Clark Kent. La mayoría parecen ser de los años 30, antes de la guerra mundial, pero hay algunos posteriores. Casi todos están escritos a mano en una lengua desconocida que, hasta ahora, nadie ha conseguido descifrar. ¿Y para qué cuernos sirven entonces?, decís vos. Un montón. Los lugares geográficos, nombres de ciudades, por ejemplo, figuran en el idioma del lugar. Y, dentro de esas ciudades, ciertas direcciones, también figuran en el idioma del lugar. Y hay algunos contratos de trabajo en esos idiomas con indicación de lugar y fecha. Esto parece indicar que nuestro Superman, aparte de su doble más conocido, el periodista CK, usó cantidad de otros dobles y con toda clase de profesiones y oficios totalmente inesperados: electricista, carpintero, ingeniero-técnico en calefacción, arquitecto, jardinero, inspector de sanidad, exterminador de alimañas, etc., etc. Aunque todo está escrito en un idioma desconocido hay, como te decía, muchos datos en el idioma local: ruso, alemán, francés, italiano, español. Nuestro superhéroe, al parecer, —además de saber todos esos idiomas— trabajó en estas ocupaciones a veces solo dos o tres días. Como te imaginarás, nadie tiene idea de qué puede significar todo esto.
26 de marzo
Hipótesis de cómo hace Superman sus conquistas
Playboy no publicó todavía su entrevista con la sobrina de Lois Lane, pero basándose en distintos testimonios de empleadas del Daily Planet que han declarado haber tenido relaciones íntimas con Clark Kent en algún momento, parece que la cosa funcionaba así:
La mirada humana no toca; si una mina no tiene corpiño, se agacha y vos le ves una teta, vos te excitarás mucho pero ella no siente nada; o se cruza o descruza de piernas y le ves la bombacha, vos muy entusiasmado, pero ella, salvo que te esté mirando, no se entera. Si en cambio tenés un sistema de sonar y podés regular la intensidad de los impulsos, la “mirada” sónica puede actuar como una caricia. Imaginate a Clark Kent sentado frente a una mina en la oficina. El tipo mira a la mina y le empieza a estimular los labios, los lóbulos de las orejas; la mina piensa que un ser invisible la está besando, y le atribuye la sensación al tipo que tiene enfrente y que no le saca la vista de encima y parece él también excitado porque tiene la boca entreabierta (of course; con la boca cerrada ¡no puede emitir ningún impulso!). Después de “besarle” la boca, las orejas, la garganta, apunta un poco más abajo. Ahora trabaja los pezones: primero uno, después el otro. Responden inmediatamente: se hinchan, se ponen turgentes. La mina está cada vez más excitada pero no tiene idea de lo que está pasando; nunca tuvo una experiencia igual. Y si el único tipo presente es CK, le atribuye a él un poder de seducción sobrenatural. Y ahora el golpe de gracia, ahora CK pasa al punto más erógeno de todos. ¿Lo ves? Simple ¿no? Y lo increíble es que lo podés hacer en público sin despertar ninguna sospecha: empezás a “mirar” a la mina que tenés enfrente, es decir que le hacés las caricias más íntimas imaginables y de repente la tenés más caliente que una gata en celo. Y no tenés que convencerla de nada: es ella la que te agarra y te arrastra al primer rincón oscuro que encuentra.
Te transcribo unas líneas de la entrevista de XX con el Daily News:
“Me levanté de mi mesa, en el Daily Planet, para bajar hasta la oficina de personal; no me acuerdo muy bien por qué. Creo que estaban haciendo una encuesta o algo así. Cuando pasé junto a la mesa de Clark, me pasó algo muy raro: normalmente no era nada simpático, pero me hizo una sonrisa divina y mientras me acercaba me pareció sentir como un soplo en la boca, una especie de beso muy suave, muy delicado, como podría besar un ángel [algo muy interesante: esta comparación con “un beso de ángel” la hizo más de una]. Y cuando me alejé sentí algo en la nuca, como si una mano invisible la estuviera acariciando, y después la sentí bajar por la espalda. Eso me puso nerviosa. Me di vuelta y él me estaba sonriendo todavía y mirándome fijo, como no me había mirado nunca antes, o quizá yo no me haya dado cuenta. Y de repente, mientras lo miraba, otra vez el beso en la boca, pero esta vez más intenso, más lleno.
Seguí caminando hasta los ascensores sintiendo todavía esa mano en la espalda, como si un dedo me recorriera la espalda hasta más abajo de la cintura. Y después sentí como si una mano me subiera por los muslos y me acariciara las nalgas. La sensación era tan real que me di vuelta de nuevo y vi que Clark se había levantado de su mesa y me seguía. Tenía la misma sonrisa de antes, pero yo estaba cada vez más nerviosa.
[Aquí el tipo que le hace la entrevista le pregunta si no sería calentura —con otras palabras, claro— más que nervios y ella se pone colorada.]
Mientras esperábamos el ascensor hablamos de tonterías; no me acuerdo de nada porque me estaba pasando algo que no me había pasado nunca con ningún hombre. Me sentía como si me hubiera desnudado y me lamiera las partes más íntimas; como si me mordisqueara los pezones y con la mano me acariciara la entrepierna. Yo creí que me moría. Cuando llegó el ascensor, me disculpé por los dos con la ascensorista, lo agarré de la mano y lo llevé al baño sin dudar un minuto de lo que quería hacer. I had no choice. I had to do it.”
Sigue una descripción detallada de lo que hicieron en el baño, cómo y cuántas veces, y en qué posturas incómodas, y todos los orgasmos de ella, que, según dijo, ya había empezado a correrse mientras esperaban el ascensor, pero lo omito porque no quiero que Sonsoles se imagine que te estoy corrompiendo.
O fijate este otro caso:
“Volvía a casa del trabajo, sentada en el ómnibus, y de repente sube este tipo y se sienta frente a mí. Era muy guapo y medio le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Pensé que a lo mejor se sentaba a mi lado y me empezaba a hablar, porque me había caído muy bien y me pareció que yo le había gustado. Pero no; se quedó donde estaba, aunque, eso sí, sin dejar de mirarme un momento. Y entonces, algo que no me había pasado jamás; era como si de golpe diez manos me empezaran a acariciar, sobar, agarrar y apretar por todos lados: los pechos, los muslos, la entrepierna. Yo tenía una minifalda y me cruzaba y descruzaba de piernas, pero era igual: los dedos invisibles llegaban a todas partes. Al final, me descrucé, dejé las rodillas ligeramente separadas y rogué que esos dedos mágicos tocaran todo lo que quisieran. Y que él me mirase y viese lo que le estaba mostrando. Es tuya. Hacé conmigo lo que quieras.
No sé cuántas veces me corrí. Al final no aguanté más. Me levanté y le dije: Ésta es nuestra parada. Él me siguió. En la calle nos besamos frenéticamente y yo me lo hubiera […] ahí mismo, pero él propuso un hotel y yo, que no podía esperar un minuto más, lo arrastré hasta el primer restaurante y lo metí en el baño mientras le abría la bragueta. Nunca en mi vida estuve tan desesperada.
Otra descripción escabrosa que omito. Los psicólogos ya han bautizado el fenómeno “sudden arousal drive (SAD)”, que la prensa hispana de acá ha traducido como “impulso sexual súbito e irresistible” (ISSI).
Y como en el caso de todas las demás entrevistadas, después de ese encuentro, la chica quedó embarazada y él no le dio ni la hora. Hasta un tiempo después de nacido el chico. Nuevo encuentro y nuevo embarazo.
Y vos dirás, ¿cómo se las arreglaba para acertar justo cuando estaban ovulando y dejarlas preñadas sin fallar una sola vez?
Sencillo: ¿te acordás de lo que te dije del bulbo olfatorio? ¿De la polémica que se había armado en el foro sobre si la criptonita era o no era inodora? Pues nada que ver con la criptonita, sobrino. Parece que este desgraciado tenía el olfato tan desarrollado nada más que para detectar el momento exacto de la ovulación. Hasta es muy posible que el muy degenerado ni siquiera disfrutara con los polvos que se echaba.
Ay, ay, botija. Se me ha hecho tardísimo. En otro momento, si querés, te transcribo la entrevista entera con malas palabras y todo. Pero vas a tener que leerla a escondidas.
PS. Me olvidé de darte una estadística divertida. Parece que el 95% o más de los Supermancitos fueron concebidos en cuartos de baño públicos (y de trenes y aviones), ascensores, galpones, escaleras y sótanos. Uno fue concebido en un palco del teatro Solís de Montevideo y otro en la cola para conseguir entradas para Wimbledon. Y varios en conciertos de rock (más de uno en cada concierto, claro) y hasta en la vía pública y a plena luz, incidentes que los medios presentaron como violaciones no resueltas. ¿Te imaginás?
29 de marzo
En la postdata de mi carta anterior te mencionaba unas estadísticas graciosas sobre los lugares en que habían sido concebidos la mayoría de los “Supermancitos” en vista del impulso sexual súbito e irresistible (ISSI) de las mujeres ovulantes. Si tengo tiempo, en otra te cuento el del palco del Solís. Pero ahora quería borrar la impresión equivocada que te puede haber quedado de lo que te contaba. En realidad, las estadísticas esas asustan. El tipo era un depredador depravado. La mayoría de las madres estaban entre los 16 y 25 años. ¿Te das cuenta? Tirarse a una chiquilina de 16 es, en este país por lo menos, estupro; es criminal. La razón, como ya sabés, es que el sexo no puede ser consensual si la chica no ha alcanzado la edad del libre consentimiento. Claro que si las menores no lo denunciaban, no es mucho lo que podía hacer la policía. Además, en la inmensa mayoría de los casos, la chiquilina no tenía idea de quién era este tipo que se le aparecía de golpe, la excitaba hasta la locura, le hacía un hijo y después se lo tragaba la tierra.
Con todo, hay algo especialmente siniestro. El otro día salió un artículo en el NY Times que cuesta creer. Parece estar muy bien documentado, pero no dan el nombre de la fuente porque es un empleado o ex empleado del FBI, lo que aquí llaman un “whistle blower” (denunciante, creo que decimos en la ONU). ¿Estás sentado? Agarrate bien porque no lo vas a creer. Resulta que, según este tipo, muchas de las madres de HP habían sido visitadas por agentes del FBI que se hacían pasar por colaboradores en estudios o encuestas educacionales, pero que las habían bombardeado con preguntas sobre el hijo (o hijos). Sobre los estudios: ¿A qué escuela fue? ¿Qué notas sacó? ¿Qué tests de inteligencia le hicieron? ¿Qué puntaje obtuvo? ¿Dónde estudia ahora? Sobre la salud: ¿Qué enfermedades tuvo? ¿Qué vacunas le dieron? ¿Estuvo hospitalizado alguna vez? Y otras más personales: ¿Tiene o tuvo alguna novia? ¿Tiene muchos amigos? ¿Qué opinión tienen de él sus amigos? Y por fin, la pregunta clave: ¿Cómo nos podemos comunicar con él si necesitamos más información?
Lo interesante —quizá debiera decir espeluznante— es que estas madres entrevistadas por el FBI no eran solamente las candidatas obvias, es decir, las colegas o empleadas del Daily Planet, de las cuales, como te imaginarás, no se salvó una sola (de ser fecundada por CK, no de ser entrevistada). No, no, no. Algunas incluso vivían en otros países; creo que hasta había dos o tres japonesas. Ahora, vos decime una cosa: si la noticia es cierta, ¿cómo podían estar enterados los tipos del FBI o de la CIA o la NSA o el Pentágono (porque todos ellos parecen haber estado implicados) con qué minas CK había tenido un fato a menos que 1) lo tuvieran bajo vigilancia permanente, o 2) trabajara para ellos?
O sea, que parece existir un esfuerzo organizado en las más altas esferas del Gobierno de los EE.UU. para seguirles la pista al mayor número posible de HP. ¿Para qué? ¿Qué piensan hacer con ellos? ¿Reclutarlos y entrenarlos como espías? ¿Ponerlos en campos de concentración? Francamente es un misterio. Y ni qué decir que al pobre periodista lo han amenazado con meterlo preso si no revela su fuente (o fuentes). Pobre diablo. Si cree que lo va a salvar la primera enmienda, está bien frito. La libertad de expresión es sagrada mientras no se oponga al interés superior de la seguridad nacional.
Pucha, botija. Otra vez se me ha hecho retarde.
Los chicos tristes
Me causó mucha gracia (y cierta indignación profesional) que, según me contás, allí estén hablando por todas partes de los “chicos tristes”. ¡Qué bestiunes! Esos gurises supuestamente tristes, que uno se imagina como esos pobrecitos chiquilines de Biafra pasados de hambre y con moscas caminándoles por toda la cara, no tienen nada de “tristes” ni de “chicos”. Es una pésima traducción de los “SAD (Sudden Arousal Drive) children” o sea, literalmente, “hijos [resultantes] del arrebato/impulso sexual súbito”, que, como ya te dije, es como han denominado los psicólogos el fenómeno de la fuerza repentina que, según ellos, se apodera de las minas en la proximidad de Clark Kent y las induce a iniciar el “mating behavior”, como dicen delicadamente esos mismos expertos (bueno, en realidad, los científicos lo llamaron Sudden Arousal Drive Syndrome y fue la prensa la que suprimió el “syndrome” y empezó a hablar de los “SAD children”). O sea, hablando mal y pronto, los chicos producto de la calentura que las agarra de golpe a estas minas y las hace abrirse de piernas al primer tipo que se les pone delante (o detrás) y que siempre es Clark Kent. ¡Joder! Por suerte parece que los Herederos Presuntos no tienen los mismos poderes de CK; la desgracia es que todos parecen estar contribuyendo a bancos de semen.
2 de abril
Ayer fue April’s Fool aquí; una especie de Día de los Inocentes, como el 28 de diciembre allá. No te imaginás los cuentos fantásticos que se inventa la prensa. A cuál más absurdo.
Estos los colgó un tal Charlie en uno de los foros:
La biomasa total de las hormigas pesa cuatro veces más que todos los pájaros, anfibios, reptiles y mamíferos combinados.
Científicos australianos filman repetidos actos de violación de pingüinos por focas antárticas.
Astrónomos británicos calculan que una nube de gas interestelar contiene suficiente alcohol para hacer 400 cuatrillones de pintas de cerveza (1 cuatrillón = 1 seguido de 24 ceros).
Los escarabajos del estiércol africanos usan la Vía Láctea para orientarse.
Disparate puro, ¿verdad? Típico del 1º de abril. Bueno, resulta que Charlie nos estaba tomando el pelo: son todos ciertos, incluido el de la Vía Láctea. ¿Te imaginás? Conozco un montón de humanos incapaces de encontrar la Vía Láctea en el cielo (y muchos menos que sepan explicarla).
En otro de los foros, ese mismo Charlie transcribió un artículo aparecido en un diario local, el Mercury News de San José. No sé si el diario existe y realmente publicó el artículo, o el tal Charlie se lo inventó y nos está tomando el pelo. En otra te cuento más de Charlie.
El artículo dice más o menos lo siguiente: Solo alguien muy ingenuo puede creerse la historia del viaje de Superman en un cohete construido por el padre. Si un solo científico, trabajando a solas, es capaz de construir una nave interestelar (interestelar; nosotros no hemos podido hasta ahora mandar un solo vehículo tripulado en un viaje interplanetario) y reprogramar genéticamente al hijo para adaptarlo a la vida en la Tierra, la ciencia en ese planeta tiene que estar extraordinariamente adelantada. Y si es así ¿cómo es que el único que se ve venir el fin de Kriptón es Jor-El, el padre de Superman? Evidentemente esa historia es un mito digno del Día de los Inocentes o de una tira cómica para chicos. Una hipótesis mucho más verosímil es que los científicos criptonenses sabían desde mucho tiempo antes que su planeta estaba condenado y empezaron una campaña sistemática de búsqueda de planetas apropiados para colonizar y perpetuar su especie. Es indudable que la llegada de los primeros criptonenses a la Tierra tiene que haber estado precedida de viajes exploratorios de recolección de muestras de la atmósfera y la hidrosfera y obtención de especímenes de la biota terrestre, incluidas, desde luego, muestras del ADN humano. El otro mito es que cuando Superman llegó a Kansas era un bebé indefenso. Es a todas luces absurdo pensar que ese científico, con todos los conocimientos y recursos técnicos a su disposición, iba a confiar a su hijo a la buena suerte de ser encontrado y criado por un par de campesinos ignorantes (con perdón de los campesinos de Kansas de los años 30). Poppycock. Lo que sí tiene sentido y es, desde cierto punto de vista, inquietante, es que hayan mandado a varios individuos perfectamente capacitados para sobrevivir por si solos después de aterrizar (o acuatizar; pero esa es otra historia) si lo que realmente querían era evitar la extinción de los criptonenses. No tiene ningún sentido enviar a un ejemplar único y menos en un cohete individual. Lo que sí es muy posible o incluso probable es que vinieran todos juntos (¿100, 1000?) en una gran nave madre y al entrar en órbita terrestre se hayan desgranado las cápsulas individuales (no cohetes), como las ojivas de guerra múltiples de los MIRV. Y como no es verosímil que haya sobrevivido uno solo de todos ellos, la conclusión inevitable es que tiene que haber montones de superhombres y sus descendientes de primera, segunda y tercera generación desparramados por todo el mundo. Al fin y al cabo, nosotros nos acabamos de enterar de la existencia de los HP solo por la muerte inesperada del superhéroe y toda la publicidad que se le ha dado a la muerte misma y a la autopsia, que ha revelado características de Superman tan extraordinarias como insospechadas. ¿Qué garantía tenemos de que no haya cientos o miles de descendientes de esos pioneros? Y el autor se pregunta ahora —y esta es la parte inquietante— si la verdadera misión de esa primera ola enviada a la Tierra, lejos de ser la mera supervivencia de unos cuantos criptonenses, no sería algo mucho más ambicioso (y lógico, desde el punto de vista de ellos): la criptonización de muestro planeta y el reemplazo potencial de Homo sapiens por Superhomo criptonensis.
Al final del artículo que colgó en el tablero del foro, Charlie agrega: Nos han tomado el pelo. Siempre nos hicieron creer que Clark Kent era la pantalla para encubrir las actividades de Superman, cuando en realidad era exactamente al revés: el superhéroe, con toda la publicidad que generan sus hazañas, es la pantalla para encubrir las actividades de procreación de Clark Kent.
Esperá, esperá. Mientras te escribía se ha desatado en Internet una lluvia furiosa de mensajes. Tengo que dejarte. Te cuento después. Chaucito.
10 de abril
¡La gran siete! ¡Madre de todos los sietes! ¿Sabés lo que acaban de decir por radio? Es increíble. Según una investigación del Washington Post, todas las empleadas mujeres del Daily Planet de menos de 35 años (o sea, en edad reproductiva) estuvieron internadas varias veces en el mismo hospital militar donde estuvo Lois Lane. Y eso no es todo. Oí bien: todos los hijos concebidos por estas señoras, muchas de ellas casadas, eran varones. ¿Qué te parece? Este tipo no respetaba nada ni a nadie.
Yo no soy ni nunca fui feminista fanático, che, pero esto ya me empieza a dar un poco de bronca. ¿Te das cuenta? Aquí no se salva nadie. Imaginate: miles y miles de esos “nenes” sueltos por todo el mundo. ¿Qué garantía tenés vos de que en este mismísimo momento no anden merodeando por las calles de Montevideo, zampándose alegremente a todas las Sonsoles y Gracielas de la Banda Oriental? Necesito un whisky. Te la sigo mañana.
15 de abril
¿Tentativa de colonización de la Tierra?
Esto es increíble. Te cuento lo que publica hoy el Washington Post sobre los resultados de un estudio estadístico mundial. Agarrate bien: ¡el 90% de los herederos presuntos son varones! Parece haber muchos menos nacidos en abril y mayo. Hay ciertos meses de ciertos años en que parece haber nacido un número mínimo de herederos. En ciertas fechas, hay agrupaciones (clusters) de nacimientos en determinadas zonas geográficas. Todo esto sugiere que el grupo de varios miles de supuestos herederos no es un grupo aleatorio (con una distribución estadística más pareja entre sexos, fechas y lugares de origen). Conclusión: es probable que la mayoría de ese 90% ¡sean verdaderamente lo que dicen ser: hijos de Superman! ¿Por qué no hay mujeres? ¿Por qué tiene Superman 128 cromosomas? ¿Cuántos tienen los descendientes? ¿Qué son? ¿Mitad hombres, mitad superhombres? ¿Son humanos?
La otra pregunta obvia es: ¿tienen poderes?
Dato interesante: los ocho individuos que, como te decía el otro día, afirmaban ser hijos de L.L., son todos hombres, y más del 90% de los nietos, si no todos, también son varones. La cosa empieza a asustar un poco ¿no te parece? En la próxima te cuento algunas de las posibles explicaciones, teorías y lo que se sabe (cree saber) del asunto. La razón de la incertidumbre es que el equipo de Fussmacher cada vez restringe más la información a la prensa y el 90% de lo que se publica actualmente es más rumor que realidad.
Otro descubrimiento increíble (digo increíble porque no parece tener ninguna explicación racional): según ese mismo estudio estadístico de los herederos presuntos publicado en el Washington Post, prácticamente la totalidad de los encuestados en los EE.UU. que habían terminado la secundaria, estudiaban biología (lo que aquí llaman “life sciences”), sobre todo genética, biología molecular y bioinformática. Decime vos una cosa, ¿con qué criminales terribles piensan encontrarse estos tipos en el laboratorio? ¿No te parece más lógico que se hubieran metido en escuelas militares o policiales, o en alguna milicia o grupo paramilitar? ¿O que al menos estudiasen ciencias forenses? Al fin y al cabo, son descendientes de Superman ¿no? Esto, querido sobrino, no tiene gollete.
18 de abril
Los poderes de los herederos presuntos
¡Nos engañaron, sobrino, nos engañaron vilmente! El otro día te decía que no se sabía si los Supermancitos, o “herederos presuntos” como los llaman los medios, tenían 128 o 46 cromosomas y si tenían los mismos poderes que el progenitor. Ahora resulta que los muy cretinos, sinvergüenzas, hijos de su madre, nos engañaron. Todas las fotos de Supermancitos levantando camiones con el dedo meñique… estaban trucadas. ¡Hijos de la Gran Siete! Te cuento: parece que poderes físicos no tienen ninguno, lo cual, si te ponés a pensar un poco, es perfectamente lógico. Si en poco tiempo todo el mundo se enteró de las proezas del Superman original en los años 30, cuando no había televisión ni Internet, no iba a pasar ahora inadvertida la existencia de miles de superhéroes con superpoderes. Obvio, ¿no? Sin embargo, si todos los que se dicen nietos lo son efectivamente, no hay más remedio que admitir que, en lo sexual por lo menos, los tipos tienen superpoderes. Y no lo dudes, sobrino: ya se encargará Pfizer o algún otro gigante farmacéutico de anunciar que ha conseguido meter esos poderes en un comprimido milagroso, que venderá a millones de ilusos.
Lo del número de cromosomas no se ha determinado todavía (o no han querido divulgarlo al público). La única forma de enterarse es analizar el ADN de los HP, lo cual, a primera vista, no parecería ser más fácil. Sí, claro; quizá en algún otro país, pero no en este. La cosa es así. No sé si sabés que aquí se considera que la obtención de ADN es un procedimiento intrusivo que solo puede realizarse con el consentimiento del interesado o por orden judicial porque de otro modo violaría el derecho a la privacidad, que protege la Constitución. Y como prácticamente todos los HP están representados por abogados, no ha habido uno solo que consintiera. La razón es obvia: no van a largar nada como no sea por un montón de $$$$, que la prensa sensacionalista, con The National Enquirer a la cabeza, estará muy dispuesta a pagar.
Mirá, te la sigo en otra, porque el asunto de los cromosomas tiene sus bemoles.
27 de abril
Si los HP tienen 128 cromosomas, ¿son humanos? Y si no son humanos, ¿tienen algún derecho?
El otro día visité el foro jurídico de CompuServe y me encontré con varios hilos en que discutían apasionadamente si los HP eran personas o no. ¿Te imaginás? ¿Y sabés por qué? Por el número de los cromosomas. La cosa es que, aunque todavía no hay ningún caso confirmado, circulan rumores por todos lados —Washington, Naciones Unidas, París, Londres— de que los tipos tienen, efectivamente, 128 cromosomas como el padre. Eso, al parecer (digo “al parecer” porque a mí ni se me hubiera ocurrido pensarlo) plantea serios problemas sociales y jurídicos. Si tienen 128 cromosomas no son humanos, y si no son humanos, no tienen ningún derecho, ninguno, cero, nada. Por lo menos aquí, en los EE.UU, son todos “non persons”, que el Estado se reserva el derecho de deportar (¿adónde? ¿a Kriptón?) en cualquier momento. Como dijo un tal Jonathan Turley, experto en derecho constitucional, la enmienda XIV de la Constitución de los EE.UU. dice claramente: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos y sometida a su jurisdicción será ciudadana de los Estados Unidos y del estado en que resida.” “Toda persona”. Ajá. Pero estos tipos —dice el experto— no son personas. Y si no son personas, no son ciudadanos, hayan nacido donde hayan nacido. Y si no son ciudadanos, ¿qué hacen en este país? Puede argumentarse pues, como hacen algunos trogloditas, no por cierto este Turd o Turley o como se llame, que, en realidad, no son más que “illegal aliens” y, por tanto, hay que deportarlos cuanto antes. De hecho, el National Center for Human Genome Research, donde se ejecuta el Proyecto del Genoma Humano, respondiendo a una fuerte presión de políticos republicanos… y demócratas (¡qué país este!) ha despedido a cinco técnicos, los cinco HP, porque, por ser un organismo federal, no puede dar empleo a personas cuya ciudadanía esté en tela de juicio. Los HP demandaron al Centro inmediatamente por incumplimiento de contrato y el Centro, a su vez, entabló una contrademanda: demuestren que son humanos (es decir, sométanse a la prueba del ADN) y los restituimos en el cargo. Va a ser interesante ver si los tipos se someten o no se someten. Y si se someten y tienen efectivamente 128 cromosomas, qué decide el juez. ¿Son personas y tienen derechos o no son personas y no tienen ningún derecho? Es obvio que si trabajan en la investigación del genoma humano, ellos ya tienen que saber muy bien cuántos cromosomas tienen. Pero, por el momento, ni pío.
3 de mayo
No sé si te acordás de que hace unos días te conté las conclusiones de unas estadísticas que parecían demostrar de manera concluyente que el 90% de los HP eran efectivamente hijos de Superman/CK. Oí lo que dicen ahora. En varios estudios concluyen que, casi con certeza absoluta, los descendientes legítimos de Superman son todos varones y que ese pequeño porcentaje de mujeres que aparece en casi todos los grupos estudiados son falsas descendientes. De igual modo, no todos los presuntos herederos varones son legítimos. También entre los varones hay impostores. Pero todas las mujeres que se dicen hijas de Superman son impostoras.
¿Por qué varones? Evidentemente, porque Superman no tiene un cromosoma X viable, o, sencillamente, carece de él. Pero ¿y los hijos de Superman? Puesto que los hijos de Superman tienen el cromosoma X recibido de la madre, y presumiblemente viable, ellos sí tendrían que tener hijas mujeres. Desgraciadamente no hay datos suficientes/fidedignos todavía sobre los descendientes de segunda generación, lo que en genética se llama la F2, y menos de la F3, lo cual complica el diagnóstico. La información preliminar parece indicar, con todo, que la gran mayoría de los nietos de Superman también son varones. Y si es así, ¿qué mecanismo quita viabilidad o inhibe al cromosoma X materno? ¿Y por qué? ¿Y de dónde sale el cromosoma Y necesario para que sean varones? ¿Será que los hijos de Superman tienen dos cromosomas Y? ¡Imaginate que tengan razón los que creen que los tipos con dos cromosomas Y son asesinos psicópatas! ¡Lo único que faltaba! Por mi parte, no creo nada de eso. La gente que diseñó el genoma de Superman sabía demasiada genética para que la inhibición del cromosoma X y la doble presencia del Y no sean deliberadas. Y si esta “masculinización” de los descendientes es deliberada, ¿qué se consigue con eso? Hay una sola explicación posible: acelerar la difusión de los genes criptónicos entre los humanos.
¿Y sabés qué noticia sensacional publican en el último número de The Nation? ¡Ay, ay, sobrino! ¡Esto no me gusta nada, nada! Parece que ya hace un tiempo que en distintas maternidades del país han venido observando un resultado extraordinario de la amniocentesis: fetos con 128 cromosomas que, llegados a término, han resultado perfectamente viables y sanos. Y ahora, agarrate bien, la parte que asusta: un número considerable de estos casos, si no todos —no dan cifras absolutas ni porcentajes— son fertilizaciones de óvulos con espermatozoides procedentes de bancos de semen! ¿Te das cuenta? ¡Bancos de semen! ¡Mama mía! ¡Virgen santísima! Esto no va a terminar nada bien.
15 de mayo
Me escribís que no entendés qué es lo que tiene de siniestro que haya un montón de casos de hijos de dadores de semen. ¿Cómo que no entendés? ¿No te das cuenta? ¡Si está clarísimo! Es la demostración más convincente de que estos tipos han venido a la Tierra con una misión muy clara: la supermanización de la humanidad y conquista del planeta. ¿O todavía no lo ves? Es lo mismo que hacen los criadores de animales. Si tenés un semental fabuloso, caballo o toro o lo que sea, que te costó millones y millones de $$$$, no lo largás para que se divierta con una hembra en celo. Lo hacés eyacular con una muñeca artificial (¡te lo juro, no es joda!; haceme acordar que otro día te cuente con todo detalle cómo recoge una tal Carol Simpson, que conocí en el foro, el esperma de Primavera Valdez, un caballo Morgan que tiene en su estancia de California) y de esa eyaculación sacás a lo mejor 100 “dosis” para fecundar a 100 hembras. ¿Lo ves ahora? El banco de semen, lo mismo que la criadora de caballos Morgan, se beneficia si divide en varias “dosis” el producto de cada eyaculación. O sea: si para la fecundación bastan, digamos, 5 millones de espermatozoides, ¿para qué gastarte los 500 millones de una eyaculación con una sola clienta, cuando podés satisfacer a 100? Necesitás menos dadores y, literalmente, les sacás más jugo a los que tenés. El otro día leí un artículo en que hablaban de un dador anónimo que tenía por lo menos 123 hijos. ¿Lo ves ahora?
Mirá, acabo de encontrar el mensaje de Carol donde describe cómo consigue ella que el tal Valdez se interese en la muñeca. Vas a ver que aquí también el olfato es clave.
Básicamente consiste en impregnar a la muñeca con orina de una yegua en celo. Una vez que el caballo siente ese olor, se excita, se prende a la muñeca y se refocila con gran entusiasmo. El problema es conseguir la orina de la yegua en celo, para lo cual, según cuenta la mina, tenés que pasarte horas persiguiendo a la yegua por todo el corral hasta que la señora se digna hacer pipí. El otro problema, bastante más grave, es que si te descuidás y quedás vos impregnado del olor a orina, no te podés acercar más al caballo porque ahí nomás, seas bípedo o cuadrúpedo, hembra o varón, ser vivo o inanimado, perdés la virginidad en el acto. Y junto con la virginidad, todos esos $$$ del semen desperdiciado. ¡Menos mal que ni vos ni yo criamos caballitos Morgan!
Vos decís ¿y por qué CK no usaba el método de los sementales? ¿Por qué no donaba el esperma a un banco de semen? Simple: porque cuando vino a la Tierra, en los años 30, no había bancos de semen. Los HP, al parecer están muy bien equipados para la reproducción, pero no necesariamente para la seducción. Al contrario: si lo que quieren estos tipos es reproducirse al máximo y propagarse cuanto antes no hay mejor sistema que el banco de semen. No les interesa para nada perder el tiempo haciendo conquistas. Lo que quieren es hacer gol cada vez que patean. Y cada vez en un arco distinto. Acordate del tipo que tenía 123 hijos.
23 de mayo
Papel del Pentágono, la CIA y la NSA
Hoy una mina del foro dijo que no sé qué comentarista, si Geraldo Rivera o quién, había comentado un artículo del Village Voice según el cual —no lo vas a creer— Superman estuvo desde un principio al servicio de las agencias de contraespionaje de los EE.UU. Dijo que había pruebas bien documentadas de que el director del Daily Planet en 1938 estaba a sueldo de la CIA o, más exactamente, de su predecesor, el Servicio de Contraespionaje. ¿Te imaginás? Si esto es cierto, ahora resulta que el Daily Planet no era más que una fachada de los servicios secretos y “Superman”, el superhéroe y Clark Kent no eran más que cortinas de humo: el verdadero Superman recorría el mundo cumpliendo misiones militares y de contraespionaje (y quizá de procreación, pero esas por cuenta propia). El despacho original habla de “supermen” en plural; pero eso tiene que ser una exageración. Lo más probable es que tuvieran un solo Superman, trabajando sí en misiones secretas, y un doble o más de Clark Kent, mucho más fácil de duplicar.
27 de mayo
¿Carrera para la creación de Superclones?
Ahora sí que estamos bien sonados. ¡Como si todos los desaguisados de un solo Superman no fueran suficientes! Ahora resulta que, según Al Jazeera, todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Alemania, Israel y lo que aquí llaman las rogue nations (países parias) Corea del Norte, Libia e Irán se hallan empeñados en una carrera frenética para conseguir especímenes celulares de Superman y ser los primeros en lograr su clonación. ¿En qué piensan estos imbéciles? ¿No se dan cuenta de que un solo Superman ya es una catástrofe? ¿Cómo piensan estos infradotados que van a poder controlar a ejércitos enteros de superhombres con superpoderes? ¿Y cómo piensan proteger a sus ciudadanas de 15 a 25 años?
¡Infelices! No sé qué me da más rabia: si las depredaciones de Superman o la idiotez humana. Bueno, algunos parecen retener algo de sensatez. Oí a varios comentaristas decir desde la ONU, Jeff Toobin de CNN y alguien de Court TV, Gregg Jarrett o Rikki Klieman, no me acuerdo bien, que varios miembros no permanentes del Consejo de Seguridad están tan alarmados por esta renovación de la carrera armamentista que están negociando un proyecto de resolución para la desmilitarización y despolitización de Superman y/o sus clones, existentes o futuros. ¿Vos te imaginás? ¡Qué mundo! Te juro que me siento como el pobre tipo de la comedia musical. ¡Paren el mundo, me quiero bajar!
10 de junio
Reacción del público, de la prensa, del mundo científico
Como te imaginarás, la opinión está completamente polarizada: las feministas, furibundas, acusan a la prensa de machismo y a Superman… Bueno; menos mal que está muerto; si no, se lo comían crudo. La derecha religiosa le echa la culpa de todo a los Demócratas: promiscuidad, libertinaje, inmoralidad: he ahí los frutos del ateísmo y descreimiento, de la falta de valores familiares, fomentados por la izquierda liberal. Y no se atreven a decirlo directamente, pero está clarísimo que, para ellos, por lo menos tan culpables como los Demócratas son las propias mujeres, más seductoras que seducidas. ¿Superman? El problema no es él. ¿Qué pasa con los grandes atletas? ¿Con los actores famosos? Ellas, ellas — y los Demócratas — tienen la culpa de todo. La única diferencia es que, por lo visto, en Kriptón no creen en la planificación de la familia.
Lo cual nos lleva a la polémica entre los defensores de la libertad de elección (aborcionistas) y los defensores de la vida (antiaborcionistas).
Para los primeros es evidente que si no fuera por la derecha reaccionaria y retrógrada todas esas pobres chicas engañadas habrían tenido anticonceptivos a su disposición y no habrían quedado embarazadas. Ahora esas madres solas tendrán que criar a sus hijos sin ninguna ayuda de la sociedad; al contrario, esa misma derecha que les niega el acceso a anticonceptivos y al aborto clama al cielo por la carga social que representan y, en lugar de ayudarlas, las castiga recortando los programas de asistencia social y de salud y condena a ellas y a sus hijos a la pobreza. ¿Qué suerte les espera a esos pobres desdichados, hijos de madre sola y padre desertor?
Y los antiaborcionistas: muchas si no todas esas concepciones jamás se habrían producido (y ni qué decir de la cópula carnal) si no hubiera sido por la seguridad de saber que el impulso de hoy podía arreglarse mañana con un aborto. Y es seguro que, por cada uno concebido, al menos diez bebés habrán sido asesinados por sus madres desalmadas (y sin ninguna duda, comunistas y ateas).
Por supuesto son todas conjeturas. Nadie tiene idea de cuántos “chicos tristes” potenciales fueron abortados.
La prensa, entre tanto, se regodea y le echa leña al fuego: entrevistas a las madres solas y a los (supuestos) huérfanos de padre (enfoque social); a feministas militantes, Gloria Allred entre otras; a religiosos fanáticos, como Jerry Falwell (enfoque político-moral); a Playboy y Hustler (enfoque erótico-lascivo). Ojalá tuviera tiempo para mandarte algunas muestras. Es para desternillarse de risa o tirarse por la ventana (sobre todo después de escuchar a Falwell).
Fijate, por ejemplo, lo que publica hoy The National Enquirer. No vas a creerlo. Por supuesto no se puede tomar en serio nada de lo que publican. Son ultrasensacionalistas. Hace poco vi este titular en el supermercado: “Ama de casa, en Wichita, raptada y sodomizada por extraterrestres”.
El de hoy lleva este titular: Superman, superhero or serial rapist? No sé si te acordás de que en una caja fuerte de CK habían encontrado un montón de documentos escritos en una lengua que nadie había podido descifrar, pero con referencias geográficas y direcciones, y contratos de trabajo, en los idiomas locales.
Bueno, los tipos dicen que consiguieron una entrevista exclusiva con un importante experto del equipo Fussmacher que declaró, a título confidencial y reservado, que, pese a no haberse descifrado todavía el idioma de las notas, habían llegado a una explicación razonable de los contratos y las actividades de Superman en varios países europeos —inclusive la Unión Soviética— y países latinoamericanos, realizadas bajo alias distintos de Clark Kent.
El tal experto —real o invento del National Enquirer— dice que las direcciones anotadas eran en su mayoría, en las fechas en que se firmaron los contratos, escuelas de monjas católicas y, en menor número, centros correccionales para mujeres. ¿Te imaginás? ¿Y qué demonios tiene eso que ver con Superman?, decís vos.
Hay más. La otra comprobación objetiva y documentada es que en todos esos puntos se observan con regularidad asombrosa agrupaciones de HP nacidos en la misma fecha o en fechas sumamente próximas, exactamente nueve meses después de la fecha de ejecución de esos contratos. Nueve meses. ¿Empezás a ver por dónde van los tiros?
Sincronía menstrual
Parece que una tal McClintock publicó hace unos años un estudio de mujeres que vivían en estrecha proximidad, concretamente las alumnas de Wellesley College que compartían el mismo dormitorio. En su estudio llegó a la conclusión de que, por efecto de ciertas feromonas, después de un tiempo de convivencia las chicas empezaban a menstruar al mismo tiempo. Y, si menstruaban al mismo tiempo, también debían ovular al mismo tiempo. Ajá. ¿Ahora sí empezás a ver para dónde va la cosa?
Imaginate que sos asistente sanitario y tenés que ir a un pueblo apartado para vacunar a una punta de chicos contra la polio. Lo más eficiente es fijar un día y una hora para que lleven a todos los niños en edad de recibir la vacuna a un lugar convenido y ahí los vacunás a todos de una vez, en una sola visita. ¿Captás? Lo mismo con Superman.
El artículo dice que hay razones para suponer —puro invento, no citan ningún testimonio de madres superioras o alcaidesas o directoras de hogares para niñas adolescentes— para suponer, te decía, que el modus operandi de Superman consistía en presentarse a la institución para ofrecer sus servicios de lo que fuera (jardinero, electricista, mecánico, exterminador) o hacer una inspección sanitaria o edilicia. La cosa era caer simpático, administrar copiosas dosis de sus caricias invisibles a todo el personal femenino que le saliera al paso —empezando por la directora, claro— crear un ambiente de desenfreno general, hacer, en caso necesario, un depósito o más a cuenta, y dejarlas a todas absolutamente desesperadas con un ataque agudo de ISSI hasta la fecha en que, según su olfato, habría ovulación colectiva.
En un recuadro aparte reproducen un fragmento de las memorias de una novicia de un convento de Alcalá de Henares escrito exactamente 30 años después de la visita del “forastero”.
“Cuando llegó, fue como si cien ángeles hubieran descendido del cielo para envolvernos en su aliento cálido y sus caricias etéreas. Nos sentimos todas arrebatadas en un milagro de amor, transportadas por una magia desconocida y extraterrenal. Cuando pasó entre nosotras, sentimos que temblaba la tierra; los viejos muros del convento, arrancados de su sueño centenario, parecían gemir, pero no de dolor; era más bien la promesa de un placer oscuro que subía anhelante desde los cimientos y se comunicaba a nuestras entrañas.
Afuera, el cielo se llenó de mariposas blancas, floreció el bosque y del río se levantó un vaho espeso y tibio que se adentró en el huerto y ahora penetraba por las puertas y ventanas abiertas de par en par. Adentro, ardíamos ya en la hoguera en que nos consumiríamos el resto de nuestras vidas.”
Seguía una nota de la redacción: el escándalo que siguió al embarazo simultáneo de las 45 novicias fue tan terrible que el convento quedó abandonado; durante años nadie se atrevió a poner pie en ese lugar sacrílego. Por fin, el ayuntamiento contrató a una empresa alemana de demolición, lo tiraron abajo, vendieron los escombros y no quedó rastro de ese lugar maldito.
Se atribuye la preferencia por conventos y escuelas de monjas católicas al cálculo de que, dados los fuertes sentimientos de los católicos contra el aborto, serían mayores las probabilidades de que los embarazos llegaran a término.
Perdoname viejo. Tengo que interrumpir de nuevo. Las reacciones de los científicos, especialmente los genetistas, quedan para otra. Por ahora te adelanto que ha salido una nueva tira cómica, Las aventuras de SuperPlayboy, y que Playboy (¿quién, si no?) ha comprado los derechos para llevarlas a la pantalla. La controversia entre científicos y abogados; la posibilidad de la clonación de Superman e incluso de la existencia ya de clones (Superclones o SC) en la Tierra, etc., etc. también queda para otra. Y, como ya estarás enterado, retiraron el proyecto de resolución para prohibir la militarización de los SC porque no tenía el apoyo de ninguno de los miembros permanentes. Ahhhhh! ¡Parenló, por favor, parenló!
29 de junio
Mi vida está patas arriba. Si ya estaba complicada antes, ahora la complicación se ha elevado al cuadrado. Te ahorro los detalles, que no son nada civilizados. Tal como me había advertido, después de otra pelotera, Matilde se fue con la hermana. Pero eso no sería nada; el problema es que me ha dado un mes para que me mude porque sostiene que ella tiene más derecho que yo al apartamento. “Y no quiero ver un libro o un Playboy o una casete o un calzoncillo tuyo cuando vuelva.” ¿Te imaginás? ¿De dónde voy a sacar tiempo yo para buscar apartamento y hacer la mudanza? No duermo más de tres o cuatro horas por noche desde hace meses. Así que si te enterás de un episodio violento en el 530 E de la 90, ya sabés por qué. Perdoname. Estoy de muy mal humor. Y no, no intentes llamar por teléfono porque voy a estar conectado. Fuck!
25 de agosto
Creo que es tu fiesta patria ¿no? Me voy a tomar una copa en honor de tu gran paisito.
Ya te imaginarás por qué hace tanto tiempo que no te escribo. Como era de prever Matilde se salió con la suya, o sea, que me echó y ahora vivo en la nueva dirección del remitente. No se te ocurra escribirme a la dirección vieja. Y hablando de escribirme: ¿cuándo pensás modernizarte, comprarte una compu y así podemos comunicarnos por Internet? Sería mucho más fácil y me ahorraría pilas de viajes al correo. Pensalo.
En estos dos meses pasaron tantas cosas que no sé por dónde empezar. Ante todo, te cuento que me he hecho cierta fama en los foros de encontrarlo todo. Cuando se arma una discusión sobre si fulano dijo A o B o si tal historia afirmaba tal o cual cosa, siempre hay alguien que dice: “Pregúntenle a Edu” (“Edu” es como firmo yo mis mensajes). Resulta que tengo la costumbre de archivar todos los mensajes y artículos que salen en los foros u otros lugares de la Red y tengo un excelente programa de búsqueda, Isys, que aprendí a usar en la ONU, con el que encuentro prácticamente todo (si lo tengo en la base y está indizado). Así que cuando me preguntan algo, tengo la respuesta en pocos minutos; hago un “copipega” y ¡listo! Problema resuelto.
Y hablando del foro, ¿te acordás de Charlie? ¿El que colgó un mensaje el Día de los Inocentes en que ridiculizaba la idea de que Superman hubiera llegado recién nacido a la Tierra y lo hubieran criado unos campesinos de Kansas? Bueno, resulta que nos hemos hecho muy amigos y como él tenía que mudarse de California a Nueva York y buscaba con quién compartir el apartamento que se había conseguido aquí, resultó que yo no tuve que buscar casa y ahora vamos a ser roommates. Y en cuanto a la historia, resultó, como yo sospechaba, que se la había inventado él, junto con el periódico local de San José (el tipo vive en Sacramento o San Francisco, no estoy seguro). En otra, te cuento más sobre Charlie.
Yo aquí fui, sin querer, el blanco de un feroz ataque de las feministas del foro. ¿Te acordás de aquella frase famosa de Sábato, de Uno y el universo, que yo te debo haber mencionado más de una vez? ¿Te acordás? “Siempre habrá un hombre tal que, aunque su casa se venga abajo, estará pensando en el Universo. Y siempre habrá una mujer tal que, aunque el universo se venga abajo, estará pensando en su Casa.” Frustrado por la imposibilidad de convencer a Matilde de la gravedad del peligro que corremos con la cuestión de Superman y verla preocupada en cambio por las insignificancias más mínimas, tuve la malísima idea de colgar la cita en el foro. No tenés idea de la reacción. Se me tiraron encima como fieras rabiosas. Y por supuesto no me valió de nada hacerles notar que el pensamiento era de Sábato y no mío: era obvio que yo era un cerdo machista como él. ¡Ay, ay, ay!
Esperá, llaman a la puerta debe ser un baby monitor que encargué. Sí, era eso. Ahora tengo que probarlo. Después te cuento cómo funciona y para qué lo pedí.
1º de setiembre
Una nota rápida sobre algo realmente estrafalario que colgaron durante el período de incomunicación. Lo colgaron anónimamente, pero estoy seguro de que solo Charlie se lo puede haber imaginado. Es absurdo, pero como muchas de las cosas de él, tiene una perfecta lógica interna. La teoría es esta:
Si el Profesor Von Fussmacher tiene razón y Superman viene de un planeta mucho más masivo que la Tierra y con una atmósfera mucho más densa, ¿qué sentido tiene mandar a uno (o más) de sus habitantes a la superficie continental de nuestro planeta? Evidentemente, ninguno. Un medio mucho más apropiado, por la presión y tamaño, serían los océanos, que, después de todo, además de su profundidad, cubren 7/10 partes de la superficie. Si van a colonizar la Tierra (te aclaro que el tipo no duda por un momento que esa es la verdadera, la única intención de los criptonenses), es mucho más lógico empezar por el mar, al cual están mejor adaptados. Entre paréntesis, alguien debe haberle pasado el chisme a algún uruguayo porque resulta que en la revista Guambia un tal Eyhe (¿de repente vos lo conocés?) hizo un dibujo de un pez espada con capa y una gran S en el pecho avanzando a velocidades supersónicas contra un blanco, que no se ve bien si es un pulpo o el Titanic (no sé quién puede confundir una cosa con otra, pero no vi el dibujo, así que no puedo hablar mucho) y alguien que comenta: ¡Es un pez! ¡Es un torpedo! ¡Es… SuperPez!!!!
Pero volviendo a la teoría. La colonización de la Tierra se hace en dos frentes: el terrestre y el marino. O sea que mientras Superman y sus descendientes o clones se ocupan del saneamiento de la superficie continental, los superpeces colonizan los océanos. Alguien objetó que no había ninguna prueba de eso y, naturalmente, la respuesta inmediata fue que durante años habíamos tenido bajo nuestras propias narices a miles y miles de Supermancitos refocilándose de lo lindo con nuestras adolescentes y nadie se había dado cuenta de nada.
Otro preguntó que qué quería decir con lo de “saneamiento” y la respuesta también fue inmediata: contener la proliferación de la especie bárbara (nosotros) que está contaminando y a punto de destruir irreversiblemente el mar, el recurso más precioso del planeta.
4 de setiembre
Histeria en los EE.UU.
¡Se destapó la olla!
No sé si te acordás de que hace un tiempo unos HP que trabajaban en el Centro Nacional del Proyecto del Genoma Humano le entablaron demanda porque los habían despedido por estar en duda su ciudadanía y los tipos se negaban a hacerse la prueba del ADN. Por supuesto el juicio está en marcha —mejor dicho, los juicios, porque el Centro hizo una contrademanda— y vaya a saber cuánto tiempo pasa antes de que se resuelva el pleito. No tenés idea de la discusión homérica que se armó en el foro sobre la cuestión, y una chica japonesa o de origen japonés ha sacado a relucir el tema de la internación en campos de concentración de más de 100.000 ciudadanos norteamericanos de origen japonés después de Pearl Harbor, lo cual generó varios hilos más sobre ese episodio en particular e infinidad de diatribas racistas y xenófobas contra la pobre chica y los japoneses en general. Después de tantos años aquí, recién ahora me vengo a enterar del veneno, del racismo, de la xenofobia de un montón de gente que uno presume civilizada. Increíble. En todo caso, y refiriéndose al caso Superman, sostuvo —y yo creo que con toda razón— que si la gente empieza a percibir a estos HP como enemigos potenciales, aunque no estemos en guerra con Kriptón, los van a encerrar a todos, o, aplicando técnicas más modernas, simplemente los harán desaparecer. O los reclutarán para los servicios de inteligencia, según otros. El caso es que nadie sabe por qué, pero están desapareciendo. Más en la próxima.
Si a esos ciudadanos norteamericanos de pleno derecho los trataron como enemigos de guerra por su ascendencia japonesa, ¿qué pueden esperar estos pobres tipos que no son considerados ni siquiera personas porque tienen más cromosomas que el resto de la gente? ¿Qué derechos tienen si se pone en tela de juicio su humanidad?
¿Te acordás de lo que te decía hace ya unos meses sobre lo poco que se hablaba de los nietos y bisnietos de Superman? ¿Y de cómo, poco a poco, los diarios empezaron a publicar historias cada vez más detalladas y ominosas de desapariciones, en todo el mundo, de algunos de los hijos y nietos de Superman con credenciales más convincentes? ¿De cómo, no bien uno de ellos se daba a conocer y empezaba a hacerse famoso en su comunidad, fuera Nueva York o Melo, París o La Plata, el tipo desaparecía sin dejar rastros?
Según el N.Y. Times de hoy, hay dos teorías que explican las “desapariciones”. La primera las atribuye al secuestro sistemático de los HP por los servicios de inteligencia de los EE.UU., en cooperación con sus homólogos de varios países (que no identifica) de Europa occidental.
¿Y por qué esta campaña, secreta y a todas luces ilegal?
Siempre según el N.Y. Times, por razones de carácter estratégico-militar. Básicamente, el objetivo es evitar que estos individuos caigan en manos de “potential enemies” (léase todos los países árabes, el Irán, Corea del Norte, China y, muy probablemente, también el Japón) y los pongan a trabajar en sus fuerzas armadas o servicios de inteligencia.
La otra teoría, más alarmante, más aterradora, es que el enemigo no es potencial sino actual y que es un Enemigo (así, con mayúscula) de afuera, extraterrestre, y que estos son sus agentes y ahora están desapareciendo para organizarse en la clandestinidad y actuar de concierto contra los seres humanos. Decididamente, esto no me gusta nada. Sigo mañana.
8 de setiembre
Estoy alarmado. No te escribí hasta ahora porque esa misma noche, tarde, recibí un telegrama de Santa Bárbara, firmado por “Local Paper”, diciéndome que nos encontráramos en Washington el 10/9, según lo planeado. Ni qué decirte que no entendí nada y me dejó muy desconcertado. Me imaginé que sería de Charlie por la firma y le mandé un mail a su correo personal. El mail me rebotó. Pregunté en el foro y nadie sabía nada. Seguí dándole vueltas y al final pensé que lo de encontrarnos en Washington se refería no a Washington DC sino a Washington Square, la plaza que está a la vuelta de donde vivo ahora (a menos de una cuadra). O sea, que si mi interpretación era acertada, Charlie había cerrado su cuenta con CompuServe, estaba ahora en Santa Bárbara, no quería identificarse por su nombre real y me avisaba que vendría a NY el 10 de setiembre, es decir, pasado mañana, viernes. Como ves, creo que hay cierta razón para alarmarse.
Te cuento un poco más de este Charlie. Es un tipo fuera de serie. Debe ser biólogo, pero sabe de todo y tiene una memoria fenomenal. Sí, es cierto, puede ser que tenga una Enciclopedia Británica en la computadora pero muchas veces sus respuestas son instantáneas y no siempre vienen en Británica o Encarta (yo tengo las dos). Además, ya van varias veces que cita trabajos publicados en Science, Nature y otras revistas técnicas, de modo que debe ser profesor de alguna universidad o trabajar como investigador en algún laboratorio si tiene acceso a esos materiales. Me imagino que debe tener 40 o 50 años por toda la experiencia que parece tener y las ciudades que ha visitado. Nunca habló de su familia ni dijo qué hacía; yo estoy seguro de que es biólogo, probablemente especializado en genética humana, aunque mucha gente del foro se quedó convencida de que tenía que ser abogado, por todos los artículos de leyes y ejemplos de la jurisprudencia que citó cuando se discutieron en el foro la demanda y contrademanda del Centro del Genoma. No sé; como te decía al principio, un tipo fuera de serie. En fin; si mi interpretación del cable es acertada, este viernes me entero de quién es y qué hace.
8 de setiembre, más tarde
Aprovecho que no llevé la carta al correo para seguirla ahora. En la época que dejé de escribirte por mis líos conyugales y de mudanza, Charlie colgó en el foro una teoría que causó un gran revuelo y a mí, te confieso, me asustó un poco. Te la resumo sin los argumentos técnicos ni las muchas remisiones a publicaciones eruditas.
Según él, Superman es una máquina reproductora de exquisito diseño. Él lo llama “self” replicating machine y le pone comillas al self porque no es una máquina que haga copias idénticas de sí misma; es una máquina que reproduce exactamente y en grandes cantidades su parte esencial.
Aparato reproductor
Los datos de la autopsia parecen indicar que Superman estaba diseñado para competir con éxito en un sistema de apareamiento altamente promiscuo. Te explico. Se han hecho varios estudios de animales que se reproducen sexualmente y resulta que hay sistemas muy distintos: en unos, todos se aparean con todos; en otros, las parejas son monógamas y un único macho se aparea con una única hembra. En un sistema polígamo un solo macho se aparea con múltiples hembras. Y hay otras variantes. Entre los primates, los chimpancés están en el extremo promiscuo y los gorilas en el otro (poligamia). ¿Y dónde está Superman? ¿Y dónde estamos nosotros?, querés saber vos. Superman estaba mucho más cerca de los chimpancés que de los gorilas o que de nosotros. ¿Por qué? Ya vas a ver.
El estudio de gorilas y chimpancés es muy pertinente porque son nuestros primos más cercanos. Ya te dije que sus sistemas de apareamiento ocupan extremos opuestos. Cuando una chimpancé hembra ovula, se aparea con todos los machos del grupo con los que no esté emparentada. Jane Goodall observó una hembra que se apareó 84 veces con 7 machos distintos en 8 días (y no sabemos cuántas más mientras J. G. no miraba). En estas circunstancias es obvio que si un macho no produce esperma en grandes cantidades, como para desalojar el de la competencia, no produce descendientes. Por efecto de la selección natural, los chimpancés contemporáneos tienen testículos de gran tamaño en relación con el cuerpo y producen eyaculaciones de alto recuento espermático varias veces por día.
Con los gorilas pasa todo lo contrario. Tienen testículos chiquititos en relación con el tamaño del cuerpo, porque el jefe del grupo, el lomo de plata, no permite a ningún otro macho tener contacto con las hembras del grupo, que viene a ser su harén personal. La misión de su esperma entonces es solo fecundar, no competir con esperma ajeno.
¿Y qué lugar ocupa el hombre entre estos dos extremos? Intermedio, querido sobrino, apenas intermedio. O sea, que lo de la supuesta monogamia de los humanos es un cuento de hadas.
Un tal Popovich, vicepresidente del American College of Medical Genetics, dice que cuando estudian enfermedades hereditarias se encuentran con que el 10% de las personas estudiadas no son hijas biológicas de sus padres declarados. ¿Y sabés qué nombre tan delicado le dan a este fenómeno de infidelidad femenina? “Paternidad discrepante”. Je, je.
Resumiendo: existe una relación directamente proporcional entre el tamaño de los testículos del macho y la promiscuidad de la hembra, o sea, hablando mal y pronto, cuanto más pelotudo él, más puta ella. (Pero no se te ocurra ponerlo en un foro porque ya sabés lo que te cortan.) Sí, sí, ya sé lo que estás pensando: que no necesitabas a ningún genio de Internet para decirte lo que ya sabías de sobra: que Clark Kent era un perfecto boludo.
OK, retomo el hilo. Te decía que, basándose en los datos de la autopsia y en los estudios sobre primates, es lógico suponer que Superman era capaz de producir por lo menos 100 veces más esperma por día que un humano y era capaz también, presumiblemente, de varias eyaculaciones diarias y con un alto recuento espermático.
Bulbo olfatorio
Según Charlie es una maravilla anatómica y tremendamente eficiente. Comparándolo con otros sistemas olfatorios, llega a la conclusión de que CK podía detectar la presencia de una mujer receptiva (que está ovulando) a varios centenares de metros. Este elemento del equipo reproductor es de importancia crucial porque cuantas más candidatas se detecten, más fácil es elegir a las más jóvenes y accesibles (no la que tiene al lado un marido de 2 metros).
Inmunidad a las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Esta parte viene precedida de una larga explicación del estado deteriorado —degradado, creo que era el término que usaba— de la sangre de Superman y la advertencia de que las conclusiones son altamente especulativas y que mientras no existan análisis de sangre bien preservada de algún HP no se sabrá a ciencia cierta la medida de su inmunidad ni el grado de protección contra las ETS. Lo que sí se sabe positivamente es que CK no fue tratado nunca de una enfermedad venérea. Esta sección concluía indicando que en la sangre de Superman se habían encontrado anticuerpos de antígenos desconocidos, presumiblemente virosis de transmisión sexual desconocidas hasta el momento (como lo fue el SIDA hasta los 80).
Estimación de la población F1
Para poder estimar el número de descendientes de la F1 habría que conocer, evidentemente, el número aproximado de los miembros de la generación parental (Gp). Como eso no es posible, es preciso limitarse al cálculo de solo los descendientes directos de CK, único miembro conocido hasta ahora de la Gp.
Por término medio, ¿cuántos descendientes procrea esta “exquisita” máquina reproductora por día? No sabemos.
Cualquier cálculo de las mujeres que probablemente fecundó CK por día debe tener en cuenta que no es probable que todas las concepciones hayan llegado a término por razones naturales o acción deliberada de la madre. La estimación conservadora del número total de HP, ya te dije que era de unos 22000-23000. Los cálculos más generosos le atribuyen hasta 100.000. ¿Disparatado? Quizá. Pero no tanto si pensás que la principal actividad laboral de CK en el Daily Planet era olisquear cada día quiénes requerían sus servicios y atenderlas debidamente. Cumplidas sus funciones en la oficina, salía a la calle a prodigar al resto del mundo la gracia de sus talentos.
En suma, es indudable que, tras la fachada de un superhéroe llegado a la Tierra para ayudar a la humanidad, esta máquina autorreproductora, activa las 24 horas del día y los siete días de la semana, ha estado inyectando sin parar genes foráneos en nuestra reserva genética.
¿Te acordás del argumento de que una civilización mucho más avanzada que la nuestra no podía mandar a la Tierra —y quizá a otros planetas— un solo individuo si lo que quería era tratar de perpetuarse en otro planeta habitable? (Lo que aquí llaman un Goldilocks planet; ¿sabés por qué? ¿no?; decile a tu vieja que te cuente el cuento de Ricitos de oro y los tres osos y vos solo te vas a dar cuenta).
Después que la gran nave madre (o naves madre) entra en órbita terrestre, se desgajan cápsulas individuales que aterrizan en distintos continentes (más en otra sobre la posibilidad de que los superhéroes asiáticos sean los homólogos —compatriotas— de nuestro Superman occidental).
Crecen, se reproducen fantásticamente, pero producen solo hijos varones. ¿Por qué?
Técnica del macho estéril (TME)
En el foro aprendí otra cosa interesante de biología. Cuando combatís una plaga, resulta que si la plaga se vuelve resistente a un insecticida o no querés usar plaguicidas por sus efectos nocivos en el medio ambiente (¿te acordás de Rachel Carson, Silent Spring? ¿Del halcón peregrino y el DDT? ¿No? En otra te cuento), hay un recurso muy elegante para combatirla: la técnica del macho estéril. Consiste en irradiar en el laboratorio a miles de machos (no me preguntes cómo hacen para juntarlos y menos para distinguir los machos de las hembras), en una fase apropiada de su desarrollo, para esterilizarlos y después soltarlos en la población natural. Estos machos estériles se aparean con las hembras pero no dejan descendencia. Tras la liberación de varias olas de machos estériles, los insectos siguen apareándose pero sin reproducirse y la plaga queda eliminada. La técnica criptoniana es exactamente la contraria: introducir en la población humana el mayor número posible de machos fértiles, multiplicar el número de apareamientos productivos y acelerar así la difusión de los genes invasores.
A lo cual vos replicás: sí, sí, muy bien, ¿pero cuánto tiempo necesitan para pasar a ser un porcentaje apreciable de los miles de millones de personas con genes exclusivamente humanos? La respuesta es: no tanto.
Aquí hay que hacer unas cuantas suposiciones. Supongamos que Kriptón haya mandado 100 cápsulas, cada una con un criptonense adentro, es decir, un individuo genéticamente reprogramado recién salido del laboratorio, y que de esos 100 hayan sobrevivido nada más que 10. Contrariamente a lo que nos contaron los padres adoptivos de Clark Kent, esos campesinos simples y devotos de Kansas, lo lógico es suponer que hayan llegado ya en edad de valerse por sí mismos, reproducirse y, atención, comunicarse entre ellos (más sobre esto último en otra). Por las historias bien documentadas no es exagerado suponer que durante muchos de los años de su edad reproductiva CK haya fecundado a una mujer o más por día. Para simplificar, digamos que tuvo unos 20.000 hijos varones. Multiplicá por los 10 de la generación P y, después, por el número de hijos —siempre varones— de la F1, la que se dedica a donar esperma a los bancos de semen. En tres o cuatro generaciones tenés millones de genomas híbridos. Es una progresión geométrica. Y hablando de progresiones geométricas, ¿te acordás del cuento del marajá indio y el sabio de la Corte que le enseñó a jugar al ajedrez y la recompensa “modesta” que pidió? ¿No? OK, en otra.
A lo que vos contestás: sí, sí, pero sigue siendo una minoría mínima. Sí, muy cierto. Mínima. ¿Pero qué pasa si una de las generaciones de descendientes recupera los poderes de la generación P? ¿Qué pasa con un millón o más de superhombres con una misión común? ¿Quién los para? Si te parece improbable, pensá en la conquista de América.
Regreso a la generación P
Y ahora tengo que explicarte algo que quizá no sepas. Si lo sabés, saltalo. Se trata de las mariposas monarcas. Son famosas por un montón de cosas: su migración anual en masa (20.000.000 de individuos) hacia California y México, un recorrido de casi 5.000 km; los brillantes colores de Peñarol (bueno, eso lo digo yo); los racimos que forman en los árboles de México donde pasan el invierno y, sobre todo —y eso es lo único que nos interesa a nosotros— la sucesión de cuatro o cinco generaciones de corta duración durante el verano, que migran hacia el norte, seguida por una generación longeva, la “generación Matusalén”, que regresa a México, pasa allí el invierno y en primavera emprende el viaje hacia el norte. Una vez en territorio de los Estados Unidos, la generación Matusalén muere y el viaje continúa como una carrera de relevos en la que las descendientes de corta vida siguen la migración multigeneracional hacia el norte.
Es decir que después de varias generaciones de muy poca duración viene la generación Matusalén, la Fm, con un programa genético totalmente distinto del de las otras generaciones. Evidentemente esas instrucciones venían ya en el paquete genético de las F1, F2, F3, etc., solo que no se activan hasta la Fm. Lo mismo con Superman y sus descendientes. Charlie está seguro de que llegada la generación Fm, esos 82 cromosomas supernumerarios producirán una generación similar a la Gp, es decir, seres muy parecidos, si no idénticos, al Superman original, incluidos todos sus poderes.
Bomba de tiempo genética
Cuando considerás que los distintos estudios de los HP indican que 1) son todos varones; 2) están dotados de un vigoroso aparato reproductor (mayor recuento espermático; mayor resistencia y longevidad del esperma en el útero); 3) están todos o casi todos inscritos como dadores en bancos de semen; 4) se dedican en su mayoría a estudios de genética, bioingeniería y bioinformática; 5) tienen un número de cromosomas inactivos que, presumiblemente, se activarán al cabo de X generaciones (efecto Monarca), se hace inevitable la conclusión de que Superman ha venido a la Tierra para propagar en ella la especie condenada en Kriptón. O sea, que se trata de una bomba de tiempo genética que estalla en cualquier momento: la generación Matusalén, en que empiezan a nacer por todo el mundo criaturas con los mismos poderes que el Superman original y rápidamente se adueñan del planeta. ¿Lo ves? ¿No te empieza a asustar un poco a vos también?
Plan de conquista de la Tierra por los descendientes de Superman
Funciona al revés de la TME: la idea es saturar el planeta de machos superfértiles (por eso todos los descendientes de Superman son varones) hasta llegar a un punto en que buena parte de la población mundial sea descendiente del Superman original. Llegado ese punto —y más o menos como sucede con las monarcas— los descendientes descartan los 46 cromosomas humanos y se quedan con una combinación de los genes originales (presumiblemente por si algún día vuelven a un planeta parecido a Kriptón) y los necesarios para la vida en la Tierra. La “supermanización” de la humanidad, o “superación” como la llamarán ellos sin duda, no lleva necesariamente al exterminio de los descendientes de Homo sapiens, lo cual no les serviría para nada. La idea es reducir su número, controlarlos y ponerlos al servicio de los “superados”, un poco como pasa en The Time Machine, de Wells.
¿Ves el problema? ¿Cómo se salva la humanidad? Si ya hay en el mundo decenas de miles de descendientes de Superman, ¿cómo se detiene la obliteración masiva de los genes humanos? La solución obvia es exterminar escrupulosamente a todos los individuos de los que se sospeche que sean superfértiles, incluidos todos los descendientes varones de los herederos presuntos. Pero, aun suponiendo que eso fuera moralmente aceptable, no es tan sencillo: si la política de exterminio se lleva a cabo abiertamente, lo único que se gana es que los que se escapen —siempre se te escapa alguno— pasen a la clandestinidad.
Tengo que parar. Alguien acaba de deslizar un papel bajo la puerta.
No puedo explicarte nada ahora. El domingo te llamo por teléfono desde Grand Central. ¡Cuidate!
20 de setiembre
Gracias, pichón, por abrir la casilla de correo. Como te expliqué el otro día por teléfono, es una simple precaución. No tengo ninguna razón concreta para sospechar que me hayan intervenido el teléfono o que me lean la correspondencia, pero comunicándonos de esta manera, estamos más seguros. Si querés hablarme personalmente, me escribís a mi casilla de correos y me pedís que te llame desde Grand Central. No vuelvas a llamarme o a escribirme a mi casa para comentarme cuestiones de Superman o de Charlie. Lo hago a pedido de él.
Te cuento de Charlie. Fue de película. Primero se me aparece en el apartamento un tipo que dice llamarse Jimmy y que ha sido mandado por Charlie, que me está esperando en un café para hablar conmigo. ¿Y por qué no vino él?, le pregunto yo. El tipo me mira con aire de suficiencia, de infinita superioridad, como diciendo ¿vos naciste ayer?
Salimos a la calle y ahí hay un auto esperando. Arrancamos, damos cuarenta vueltas, nos bajamos, pasamos a otro auto con otro tipo al volante. Más vueltas. Por fin bajamos, entramos en un edificio por una calle, salimos por otra, y allí hay un tercer auto esperando. No te macaneo. Cuando yo pensaba que todo era un cuento y que al final me iban a secuestrar, nos bajamos en una esquina y Jimmy me dice: en ese Starbucks de enfrente te espera Charlie. Y desaparece.
¡La gran siete! ¿Qué es todo este misterio? Seguro que es toda una historia y ahora me asaltan. Pero me había dejado solo. Si lo que quería era asaltarme, ya tuvo antes oportunidad de sobra. Entro en Starbucks y busco a alguien con aspecto de profesor: canoso, encorvado, con anteojos, leyendo un libro. No veo ningún candidato probable. Me acerco al mostrador, pido un cappuccino y cuando voy a pagar me dicen que ya está pagado. Busco una mesa, me siento y sigo buscando. Nada. No habrá llegado todavía, pienso. ¿Pero quién me pagó el café entonces?
De repente se acerca un chico negro, de unos 15 años, con una mochila a la espalda, y me pregunta si no me importa compartir la mesa. No, por favor. Claro que no. Se saca la mochila, se sienta y me pregunta en perfecto castellano:
—Usted es argentino ¿verdad?
Yo me quedo mudo de sorpresa. Él se sonríe y dice:
—Habla muy bien inglés, pero tiene un ligero acento.
Cuando recupero el habla, pregunto:
—Y usted, y… y… y vos, ¿vos también sos argentino?
—No, no. —Se ríe. —Yo nací en Kenya. Pero me gustan los idiomas.
Otra vez me quedo sin habla. Un pensamiento absurdo empieza a formarse lentamente en mi cabeza.
—¿Y hace mucho que viniste acá?
—A Nueva York unos días, nada más. A Estados Unidos hace dos años. Hasta hace poco vivía en California.
—¿En Sacramento? —pregunto incrédulo.
Él asiente con la cabeza, mientras una gran sonrisa le ilumina la cara.
No, no, no. No puede ser. Estoy soñando, pienso yo. Al fin me armo de valor y murmuro:
—¿Charlie?
Esta vez suelta una carcajada al tiempo que asiente con la cabeza.
¿Te imaginás, Gonzi, mi sorpresa, mi desconcierto, mi confusión? ¡Qué papelón!
—No se preocupe. Es una reacción muy natural. Me pasa todo el tiempo.
Cuando más o menos me recuperé y pude volver a hablar, le pregunté por qué no había ido él mismo al apartamento.
—Es un cuento largo. Pero justamente ésa era una de las razones por las que quería verlo.
—¿El apartamento?
—Sí. No voy a poder mudarme. Pero voy a seguir pagando mi mitad hasta que encuentre a alguien para mandarle en mi lugar. Si no le importa, claro. Pero esa no era la principal razón por la que quería verlo.
—No, me imagino que no.
Se acercó y en voz baja, hablando muy rápido, me dijo que ya hacía algún tiempo que unos grupos andaban atrás de él; hacía un par de semanas lo habían ubicado en Sacramento y se había visto forzado a escaparse a Santa Bárbara sin perder un minuto y cambiar todos sus planes. No sabía si esos grupos estarían enterados de su idea de mudarse al apartamento de Washington Square, pero no podía correr riesgos y menos comprometer a otra persona (yo).
Mientras me explicaba todo esto entraron dos tipos mal aliñados, con pinta de drogadictos. Él también los vio, porque me di cuenta de que seguía sus movimientos en el espejo. Y de repente, me empieza a hablar mucho más fuerte y con acento puertorriqueño (ya sabés, “pueltoliqueño).
—Vamos, papacito. No peldamos más tiempo. Te plometo plena satisfacción. —Y mientras decía esto, se levantó, se echó la mochila a la espalda, tiró su vaso desechable en la basura, volvió a la mesa y mientras con una mano agarraba mi cappuccino, con la otra me tomó de un brazo, al tiempo que repetía:
—El mejol selvicio de Nueva Yolk.
Una vez en la calle, me explicó que, efectivamente, había visto a los tipos por el espejo, los había reconocido (“Nos muestran cientos y cientos de fotos —no dijo quiénes— para estar preparados y yo tengo buena memoria para ciertas fisonomías”, aclaró) y decidió hacerles creer que era mi “escort”, que estaba ofreciéndome sus servicios, nos habíamos puesto de acuerdo en el precio y ahora nos íbamos a mi casa o a un hotel.
—Pero eso, ¿no es mucho peor?
—No, no. Estos no son del vice squad. Estos solo buscan peces gordos.
No dijo de qué “peces gordos” se trataba ni por qué ni para qué los buscaban; solamente que era una precaución más. En la calle podían seguir hablando más tranquilos, sin que nadie los escuchara o les leyera los labios.
—¿Y por qué yo? ¿Por qué te pusiste en contacto conmigo?
Charlie confiaba en mí. Había investigado todos mis antecedentes. Sabía dónde había nacido, a qué escuelas había ido, qué títulos tenía y dónde había trabajado. Básicamente me pedía que, a partir de ese momento, fuera su contacto con el mundo exterior. Él tenía que mantenerse en la sombra porque lo buscaban; lo único que tendría que hacer yo sería mantener mi contacto con el foro y quizá, en algún momento, organizar una reunión de los miembros más activos y ver cómo nos movilizábamos. La generación P se nos viene encima y no estamos preparados. La humanidad está en peligro, dijo.
Además, había una razón más concreta para elegirme a mí entre toda la gente del foro. Hizo una pausa. ¿Qué, qué? ¿Le habían gustado mis contribuciones? ¿Mis enfoques del problema? ¿El hecho de saber otros idiomas además del inglés?
Yo era el único que tenía y sabía usar el programa de búsqueda Isys.
Me desinflé. Se debe haber dado cuenta porque enseguida dijo:
—Todas las piezas de un engranaje tienen una función que cumplir. Todas son indispensables.
Abrió la mochila y sacó una bolsa de papel marrón. Me la pasó y me dijo:
—Aquí hay un drive externo Zip-100, de Iomega, y 11 discos Zip con más de una giga de capacidad. Diez de ellos tienen una base de datos muy completa con información que está a disposición del público. No hay información clasificada ni confidencial ni secreta; en su mayor parte es información publicada en la prensa. Todos los documentos del Gobierno que figuran ahí los han dado a conocer voluntariamente o por orden judicial, en virtud de la Freedom of Information Act.
Me quedé con la boca abierta. ¿100 Mb cada drive? Lo único que yo había visto hasta ese momento eran los disquetes con una capacidad de 1,44 Mb cada uno. Había necesitado como 12 para traerme a casa mi base terminológica de la ONU. En uno solo de estos ¡cabían más de cinco bases terminológicas!
—Estos discos contienen más información que 10 enciclopedias británicas. No hay más que indizarla. A medida que preparemos más discos, se los iremos pasando. El otro disco está vacío y es para que ponga ahí el índice de Isys, de modo que no le ocupe lugar en su computadora.
Me explicó que lo que me pedirían de tanto en tanto era que preparase informes resumidos sobre temas concretos, por ejemplo: cuántas misiones había cumplido Clark Kent en el extranjero; qué se sabía de la relación de la CIA con el Daily Planet; qué casos había defendido Gloria Allred en que hubiese HP implicados, etc., etc.
Cuando llegamos a la entrada del subte que me llevaba a casa, me estrechó la mano y dijo:
—Gracias Edu. Gracias por tu colaboración. El peligro es más serio de lo que nadie se imagina. Necesitamos tu ayuda.
Te imaginarás cómo me quedé. Durante varias noches no pude dormir, o si me entredormía, me despertaba sobresaltado a los pocos minutos pensando que había llegado el fin del mundo. Horrible.
Ahora, después de unos días, puedo mirar las cosas con más calma. No sé en qué anda metido Charlie, pero no me cabe duda de que es un HP; seguramente lo buscan de los dos lados: las agencias de seguridad, para “neutralizarlo”, y otros HP para que se incorpore a sus filas. Es obvio que no está solo y que trabaja con un grupo bien organizado y con amplios recursos, de fondos y de personal. Pero no sé quién los financia ni qué fines persiguen ni si luchan contra un “serio peligro” o si el peligro… ¡son ellos! La verdad es que me he metido en un lío bien gordo y no sé cómo voy a salir de él.
25 de setiembre
Aprovecho que todavía no llevé la carta al correo para agregarte unas líneas. Una cuestión que me he planteado muchas veces, sobre todo ahora, después de conocer a Charlie, es si estos tipos, el “enemigo”, como ya los llaman algunos comentaristas, tienen conciencia de cuál es su verdadera misión en la Tierra. ¿Saben que son agentes de Krypton, con la misión de conquistar la Tierra, o eso solo lo descubrirán los hijos de la generación “Matusalén”, es decir, la que descarte los genes humanos y esté compuesta por números similares de hembras y varones o quizá, incluso, de un mayor número de hembras para acelerar la supermanización?
La cuestión es importante. Si saben, es posible que la desaparición sea voluntaria y se estén organizando en la clandestinidad. Y si no saben, hacerlos desaparecer simplemente porque nosotros los percibimos como enemigos potenciales es tan inmoral e indefendible como las “desapariciones” de Videla y compañía.
Y más concretamente: si Charlie es un HP y sabe, ¿por qué quiere ayudar a la humanidad? ¿Quién me garantiza que no sean todas mentiras? ¿Cómo sé que no me está manipulando? (Continuará)
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